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El artista ha usado Veo2, de Google, y ha gastado más de 5 mil generaciones

El artista detrás de “KITSUNE”,  confiesa que no imaginó, cuando comenzó este proyecto hace un mes, lo mucho que ocuparía sus vacaciones –tardes y noches–. Sin embargo, ha valido la pena: “Desde las primeras escenas, supe que tenía algo especial, y no quiero que el público vea una ‘película de IA’—solo quiero que vean una película, y con suerte, una buena.” El resultado es un cortometraje que, pese a estar realizado con herramientas de inteligencia artificial, brilla por su calidez y su narrativa cargada de nostalgia.

La historia de “KITSUNE” habla de dos almas separadas por todo, excepto por algo crucial que las une: la soledad. El propio autor creció frente a los clásicos de Don Bluth, animes de los noventa y, por supuesto, las producciones de Studio Ghibli. Quizá por eso mismo menciona: “Sé que Hayao Miyazaki desaprobaría esta película al 100%, pero, de nuevo… no estoy (¿solo?) buscando aprobación.”

Ensayo y error

El proceso de desarrollo fue cualquier cosa menos sencillo. El artista explica que hubo “toneladas de escritura, reescritura y cambios de rumbo a mitad de camino.” Además, la herramienta principal para generar las imágenes fue Veo 2 de Google, un modelo de texto a video que, según él, es sorprendente pero no mágico: “No, en realidad no—y las más de 1,700 secuencias seleccionadas en mi disco duro (de un estimado de 5,000–7,000 generaciones en total) son prueba de ello.” El reto radicó en lidiar con limitaciones, perfeccionar prompts y mantener la coherencia visual.

Para la banda sonora empleó MMAudio para efectos de sonido, librerías de stock y música de Udio, todo complementado con meticulosa edición y postproducción. Más allá de la proeza tecnológica, el creador subraya la importancia de transmitir la misma emotividad que sentía de niño ante sus películas favoritas. Por eso, insiste en que “lo que más me importaba era crear algo cálido, nostálgico y lleno de corazón, evitando ese toque frío y clínico de tantas películas que utilizan IA.

¿Está en riesgo la profesión de animador?

En cuanto al debate sobre el riesgo que la IA supone para la animación tradicional, el artista se muestra realista, pero no alarmista. “¿Está esto exponiendo riesgos para los animadores? Quizá. O también podría ser su mejor compañero, porque, una vez más, esto es lo peor que llegará a ser.” Con esto sugiere que, lejos de reemplazar el talento humano, la IA podría evolucionar en una herramienta colaborativa que amplíe las posibilidades creativas de ilustradores y animadores.

“KITSUNE” no pretende ser una pieza perfecta; de hecho, su creador advierte que hay defectos y variaciones si se observan con atención. Pero eso no le resta mérito. “Esta es una película de la que estoy orgulloso, no solo una hecha con IA…” Y precisamente ahí radica su valor: en desdibujar las fronteras entre la animación tradicional y la inteligencia artificial, brindando al público una obra capaz de emocionar, homenajear al pasado y, a la vez, abrir un nuevo capítulo en el futuro del cine animado.

Fotograma de KITSUNE, de Henry Daubrez

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