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“La IA me ayuda a concentrarme en las tareas en las que realmente quiero usar mi cerebro”, afirma una profesional a The Washington Post.

En un mundo laboral cada vez más acelerado y competitivo, algunos trabajadores están llevando la inteligencia artificial (IA) al siguiente nivel, convirtiéndose en “superusuarios” que integran herramientas como ChatGPT en sus tareas cotidianas para potenciar su rendimiento y eficiencia. Estos superusuarios han descubierto que, al delegar tareas repetitivas o tediosas a la IA, pueden centrarse en labores que requieren creatividad y pensamiento crítico, ganando así tiempo y aumentando su productividad. The Washington Post recopila algunos de estos superusuarios en el artículo Conozca a los «superusuarios» que aprovechan la IA para avanzar en el trabajo.

Trabajadores de diferentes sectores se han sumado a esta ola de transformación digital, empleando herramientas de IA para realizar desde análisis de datos hasta redacción de correos o transcripciones. Lina Ross, vicepresidenta en una empresa de formación corporativa en Canadá, usa la IA para todo, desde estructurar presentaciones hasta crear bots personalizados que optimizan tareas futuras. Para Ross, quien tiene TDAH, la IA ha sido una herramienta clave para mejorar su organización y enfoque, transformándose en el “experto en IA” de su equipo y creando más de 40 bots que facilitan el trabajo de sus compañeros.

“Estoy completamente obsesionado”, comenta Ross. “Hay tanto que aprender, y vivir en este espacio me fascina”. A medida que los superusuarios se sumergen en la IA, muchos están descubriendo que no solo les ayuda a ser más eficientes, sino que también mejora sus habilidades en áreas que antes les resultaban complicadas, como el análisis de datos o el diseño gráfico.

El auge de la creatividad con la IA

Ilker Erkut, asistente de operaciones administrativas en la Universidad de Maryland, utiliza la IA para aprender fórmulas complejas de Excel y crear gráficos personalizados, lo cual no se atrevía a hacer por sí mismo. Gracias a la IA, Erkut ahorra alrededor de 15 horas semanales, lo que le ha permitido sumarse a proyectos adicionales en su trabajo y explorar nuevas habilidades. “Mi creatividad es mayor porque puedo concentrarme en las áreas donde realmente quiero usar mi cerebro”, comenta Erkut.

Este enfoque creativo también resuena con Becca Chambers, exdirectora de comunicaciones de una empresa de Florida, quien ha desarrollado un bot personalizado llamado “BeccaGPT” que imita su tono y estilo para redactar contenido en redes sociales. Chambers, que también tiene TDAH, considera que la IA le permite trabajar de una manera adaptada a sus necesidades y mejorar su productividad sin agotarse en tareas menores.

Este artículo se basa en un reportaje publicado en The Washington Post, donde se exploran las experiencias de superusuarios que emplean la inteligencia artificial para mejorar su productividad y eficiencia en el trabajo.

Foto: Kevin Ku on Unsplash

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