A menos de tres meses de la inauguración de los Juegos Olímpicos de París 2024, crece la preocupación por una campaña de desinformación orquestada por Rusia con el objetivo de desestabilizar el evento y desacreditar su imagen. Diversos informes de inteligencia y expertos en seguridad cibernética han alertado sobre el aumento de noticias falsas, vídeos manipulados y contenido propagandístico en redes sociales y sitios web.
Los objetivos de esta campaña de desinformación son diversos. Por un lado, se busca dañar la reputación del Comité Olímpico Internacional (COI) y presentar los Juegos como un evento inseguro y caótico. Además, están tratando de que los franceses desconfíen de sus autoridades y generar así un ambiente de tensión y miedo.
Las autoridades francesas toman medidas
Conscientes de la gravedad de la amenaza, las autoridades francesas han tomado medidas para combatir la desinformación rusa. Se ha reforzado la ciberseguridad de los sistemas informáticos relacionados con los Juegos y se ha incrementado la vigilancia en redes sociales. También se han lanzado campañas de información pública para concienciar a la población sobre los riesgos de la desinformación y para enseñarles a identificar y denunciar contenido falso.
La lucha contra la desinformación rusa en el contexto de los Juegos Olímpicos de París 2024 es un desafío que va más allá de las fronteras francesas. Se trata de una amenaza global que requiere una respuesta coordinada por parte de la comunidad internacional.
Filtraciones que afectan a la seguridad
El pasado 26 de febrero, un ingeniero del Ayuntamiento de París sufrió el robo de un ordenador portátil y varias memorias USB en un tren en la estación Gare du Nord. Estos dispositivos contenían información crítica sobre los planes de seguridad para los Juegos Olímpicos, incluyendo detalles sobre el despliegue de seguridad previsto, que involucra a alrededor de 2,000 agentes, principalmente policías municipales.
El incidente ha suscitado una gran preocupación debido a la posibilidad de que la información robada pueda comprometer la seguridad del evento, considerado uno de los más importantes del año. A menos de tres meses de la inauguración de los Juegos Olímpicos, este robo se suma a la creciente preocupación por una campaña de desinformación orquestada por Rusia.
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