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El país invertirá en IA, en medio de los esfuerzos de China y Estados Unidos por ser los primeros en este sector, y también siguiendo la estela de la UE y su apuesta por las Fábricas de IA

En un giro significativo respecto a las políticas anteriores, el gobierno del Reino Unido ha anunciado hoy un nuevo y ambicioso plan para expandir y aprovechar la Inteligencia Artificial (IA) como motor de crecimiento económico y de mejora de los servicios públicos. El primer ministro, Keir Starmer, ha puesto de relieve que el país se encuentra en un momento histórico, apostando de lleno por la IA para impulsar una década de renovación nacional y situar a la nación a la vanguardia de la innovación tecnológica.

Para entender este movimiento estratégico, hay que mirar a China, Estados Unidos y Europa. Por un lado, todo parece indicar que con Trump en la Casa Blanca y Elon Musk erigido en consejero oficial, las tecnológicas tendrán vía libre para desarrollar IA sin ningún tipo de restricción gubernamental. De China no hace falta comentar nada, ya que en la actualidad es uno de los polos de desarrollo e investigación más importantes en este ámbito (sino el que más). Europa, tras intentar regular y defender un desarrollo ético, intenta poner al servicio de las empresas una red de Fábricas de IA para que desarrollen sus modelos –una de ellas en el BSC de Barcelona—. Pero, ¿dónde queda el Reino Unido en todo esto?

El ejecutivo británico ha dado luz verde a las 50 recomendaciones incluidas en el llamado AI Opportunities Action Plan, elaborado por Matt Clifford, y que representa un cambio de paradigma con respecto a las administraciones precedentes y que busca desesperadamente ponerse al día en este ámbito. El anuncio llega acompañado de la confirmación de 14.000 millones de libras esterlinas de inversión privada en infraestructura de IA y la creación de más de 13.000 puestos de trabajo en todo el país.

«La industria de la IA necesita un gobierno que esté de su lado, que no se quede de brazos cruzados dejando escapar oportunidades. Y en un mundo de competencia feroz, no podemos quedarnos al margen. Debemos actuar con rapidez y tomar medidas para ganar la carrera global«, ha explicado Starmer.

Se crearán nuevos centros de datos

Para catalizar este crecimiento, se introducirán las AI Growth Zones, áreas destinadas a acelerar la infraestructura y la creación de nuevos centros de datos. Estas zonas contarán con facilidades para acceder a conexiones energéticas que abastezcan proyectos de gran envergadura. La primera se ubicará en Culham, Oxfordshire, cerca de la Autoridad de Energía Atómica del Reino Unido, con el objetivo de explorar cómo la energía sostenible, incluida la fusión nuclear, puede alimentar la creciente demanda de IA.

El Reino Unido calcula el impacto de la IA en la economía en 47 mil millones de libras esterlinas

El plan también propone la construcción de un superordenador capaz de multiplicar por veinte la capacidad de cómputo del país antes de 2030, lo que supondría el impulso necesario para desarrollar y escalar aplicaciones de IA de manera más rápida y eficiente. Además, se creará una National Data Library para poner a disposición de los expertos y las empresas datos de forma segura y responsable, estimulando aún más la innovación en el sector.

Otro eje central de la estrategia es la modernización del sector público mediante la adopción de herramientas de IA que reduzcan la burocracia. Cada departamento gubernamental ha recibido la encomienda directa de Starmer de priorizar la adopción de estas tecnologías para ofrecer servicios más eficaces y, en última instancia, mejorar la calidad de vida de la ciudadanía.

La inversión privada en IA también crece

El anuncio se produce tras la confirmación de inversión privada adicional por parte de grandes compañías tecnológicas como Vantage Data Centres, Nscale y Kyndryl, que se han comprometido a construir o expandir centros de datos y crear miles de puestos de trabajo de alta cualificación. De esta forma, el Reino Unido refuerza su posición como uno de los polos de innovación más prometedores a escala global.

Con iniciativas que buscan sentar las bases de una adopción masiva de la IA y garantizar la competitividad del país frente a potencias como Estados Unidos o la Unión Europea, el AI Opportunities Action Plan se sitúa en el centro de la estrategia industrial y digital del Reino Unido. Según las estimaciones del Fondo Monetario Internacional, este tipo de políticas podría elevar la productividad en un 1,5 % anual, lo que equivaldría a 47.000 millones de libras esterlinas adicionales al año en la economía británica durante la próxima década.

Para Starmer, la clave estará en no dejar pasar la oportunidad y mantener la determinación política: “La IA ofrece oportunidades que no podemos permitirnos perder, y este paquete de medidas nos ubica en la mejor posición para asegurarnos de que sus beneficios se vean reflejados en cada rincón del país”. Con este plan, el Reino Unido deja claro su compromiso de liderar la nueva revolución tecnológica a escala global.

Photo by Giammarco Boscaro on Unsplash

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