Substack, en el ojo del huracán. El popular servicio de boletines informativos por correo electrónico, está experimentando una revuelta de usuarios después de que su director ejecutivo, Hamish McKenzie, defendiera la presencia de contenido neo-nazi en la plataforma por razones anti-censura. En una nota publicada en diciembre, McKenzie afirmó que, aunque a la empresa «no le gustan los nazis» y desearía que «nadie tuviera esas opiniones», no consideran que la censura –demonetizar sitios que publican puntos de vista extremos– sea una solución al problema, sino que lo empeora.
Substack enfrenta una revuelta de usuarios de alto perfil debido a su postura de no censurar contenido extremista, incluyendo material pro-nazi.
La amenaza de una fuga de usuarios: Varios de los boletines más grandes en el servicio han amenazado con llevar su negocio a otro lado si Substack no revierte su postura. Casey Newton, quien escribe Platformer, un popular boletín tecnológico en la plataforma con miles de suscriptores que pagan al menos 10 dólares al mes, se ha convertido en el más prominente hasta ahora en expresar su descontento. «Desplegar una alfombra de bienvenida para los nazis es, por decirlo suavemente, inconsistente con nuestros valores aquí en Platformer», dijo. Newton ha programado una reunión con Substack para abogar por un cambio y ha declarado que si la empresa elige no eliminar todo el material pro-nazi, planean abandonar la plataforma.
Otros boletines ya se han ido: Talia Lavin, una periodista con miles de suscriptores pagados en su boletín The Sword and the Sandwich, se mudó a un servicio competidor, Buttondown, el martes. «Hemos dejado Substack atrás, después de que sus fundadores declararon, sin lugar a dudas, que no solo están bien con, sino que en principio apoyan, tener montones de nazis declarados en su plataforma», escribió.
Substack y la moderación de contenido: Substack ha sido consistente en su oposición a la moderación de contenido, diciendo al Guardian en 2022 que los movimientos para silenciar a los escépticos de las vacunas no funcionarían. La dirección del sitio ha declarado: «A medida que enfrentamos una creciente presión para censurar contenido publicado en Substack que para algunos parece dudoso u objetable, nuestra respuesta sigue siendo la misma: tomamos decisiones basadas en principios, no en relaciones públicas, defenderemos la libre expresión y nos adheriremos a nuestro enfoque de no intervención en la moderación de contenido.»
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