Investigadores han desarrollado una prueba de sangre que podría detectar anticipadamente la enfermedad de Parkinson. Utilizando inteligencia artificial, este análisis promete identificar marcadores biológicos específicos en la sangre que indican la presencia de Parkinson hasta siete años antes de la aparición de los primeros síntomas.
El análisis ha mostrado una gran precisión en la detección de estos marcadores, lo que podría permitir una intervención temprana y personalizada para los pacientes en riesgo. La capacidad de prever la enfermedad con tanta antelación ofrece la oportunidad de implementar estrategias preventivas y terapias que podrían retrasar o incluso prevenir el inicio de los síntomas.
Estudio pionero en la detección del Parkinson
Este avance se basa en un estudio realizado por la la Academia Americana de Neurología en el que participaron 504 personas divididas en tres grupos de investigación en Inglaterra y Suecia, incluyendo tanto personas sanas como aquellas que vivían con Parkinson o atrofias de los sistemas múltiples (APD) durante un promedio de cuatro a seis años, y otro grupo con las patologías durante tres años o menos.
Los investigadores analizaron la sangre de 72 pacientes con trastorno de conducta por movimientos oculares rápidos (iRBD), un trastorno en el que los pacientes representan físicamente sus sueños. Se sabe que entre el 75 y el 80% de estos pacientes desarrollarán enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson, debido a la acumulación anormal de la proteína alfa-sinucleína en las células cerebrales. Utilizando una herramienta de aprendizaje automático, han identificado que el 79% de los pacientes con iRBD tenían perfiles sanguíneos similares a los de los pacientes con Parkinson.
El seguimiento a lo largo de diez años ha demostrado que las predicciones eran precisas, anticipando correctamente que 16 pacientes desarrollarían Parkinson hasta siete años antes de la aparición de cualquier síntoma. Actualmente, estos pacientes siguen siendo monitoreados para confirmar la precisión de la prueba.
Diagnóstico temprano de la enfermedad
Actualmente, el diagnóstico de Parkinson se basa principalmente en la observación de síntomas clínicos que aparecen cuando ya se ha producido un daño significativo en el cerebro. Con esta nueva herramienta, los médicos podrían identificar a las personas en etapas mucho más tempranas de la enfermedad, cuando aún es posible intervenir de manera efectiva para ralentizar su progresión.
Además, este análisis de sangre podría integrarse en los chequeos médicos rutinarios, facilitando una detección masiva y accesible. Las implicaciones para la investigación también son significativas, ya que disponer de una prueba de diagnóstico precoz permitirá estudiar la enfermedad desde sus fases iniciales, proporcionando una comprensión más profunda de su desarrollo y facilitando el desarrollo de nuevos tratamientos.
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