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El periodismo de verificación de datos, lejos de estancarse, está evolucionando para enfrentar mejor la desinformación, que es vista no como un problema puntual, sino como una condición social persistente. Según un artículo de Peter Cunlife-Jones y Lucas Graves en Nieman Lab, esta evolución es crucial en un mundo donde la información falsa ha jugado un papel en eventos significativos, desde elecciones divisivas hasta la pandemia de COVID-19 y conflictos internacionales.

El informe destaca que, a pesar de los desafíos conocidos que enfrentan los verificadores de hechos, su trabajo es más complejo y diverso de lo que se suele presentar. Organizaciones como Africa Check y Maldita en España han crecido significativamente, mostrando la expansión y el impacto del periodismo de verificación de datos.

El periodismo de verificación de datos se adapta y evoluciona constantemente, enfrentando la desinformación como una condición social que requiere vigilancia y ajustes continuos.

Un desafío clave es la escala del problema. Aunque los verificadores de hechos han verificado cientos de miles de afirmaciones, esto es pequeño en comparación con la magnitud de la desinformación, que podría agravarse con la IA. Organizaciones como Full Fact están desarrollando IA para ayudar a detectar afirmaciones falsas y ampliar el alcance de las verificaciones de hechos.

Estudios recientes han demostrado que, aunque las verificaciones de hechos no cambian las visiones del mundo arraigadas, tienen una influencia positiva significativa en la comprensión factual de los lectores y reducen la creencia en la desinformación, a menudo de manera duradera. Las «etiquetas de advertencia» en el contenido en línea también han demostrado ser efectivas para reducir la creencia y la propagación de la desinformación.

Además de informar al público, las organizaciones de verificación de hechos hacen una diferencia al intervenir a nivel estructural para promover una cultura de precisión en instituciones clave. En algunos países, trabajan con agencias estadísticas, abogan por un gobierno abierto, operan coaliciones contra la desinformación y ejecutan programas de alfabetización mediática.

 

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