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En el Consumer Electronics Show de 2025, un evento que reúne lo más innovador en tecnología, se ha presentado Omi, un nuevo dispositivo de IA diseñado para ser llevado como un collar o adherido a la sien, y que promete mejorar la productividad. Este gadget propone una nueva forma de interacción entre humanos y tecnología, dejando atrás lo que entendíamos hasta ahora como los métodos tradicionales, al utilizar una interfaz cerebral que detecta automáticamente cuándo se le está hablando. La presentación de Omi ha generado tanto interés como debate, convirtiéndose en uno de los dispositivos más comentados de la feria.

El dispositivo usa GPT-4o

Omi, desarrollado por la startup Based Hardware, utiliza el modelo GPT-4o de OpenAI para realizar tareas como resumir conversaciones, gestionar listas o programar reuniones. Este dispositivo, que estará disponible por 89 dólares a partir del segundo trimestre de 2025, busca posicionarse como una herramienta para aumentar la productividad personal. Ahora bien, más allá de sus capacidades técnicas, lo que realmente ha captado la atención del público es su enfoque en la interacción constante y personalizada con el propio usuario.

La funcionalidad más destacada de Omi es su capacidad para escuchar de manera continua, pero también es su característica más controvertida. Aunque ofrece ventajas como recordar contextos previos en conversaciones, también despierta preocupaciones sobre la privacidad de los usuarios. Nik Shevchenko, fundador de Based Hardware, ha intentado solucionar estas inquietudes desarrollando el dispositivo sobre una plataforma de código abierto, permitiendo a los usuarios verificar el manejo de sus datos y optar por almacenarlos localmente. Este enfoque pretende generar confianza en un mercado donde otros dispositivos similares han fracasado.

Una propuesta muy arriesgada

El escepticismo hacia este tipo de tecnologías no es nuevo. Casos como el Rabbit r1 o el Humane AI Pin, que prometieron transformar la interacción tecnológica pero no lograron consolidarse, evidencian los desafíos que enfrenta Omi. Aunque estos dispositivos llamaron la atención inicialmente por su innovación, no lograron equilibrar funcionalidad, confianza y utilidad práctica. El futuro de Omi es incierto. Aunque su concepto resulta atrayente, su éxito dependerá de convencer a los usuarios de que es posible combinar innovación con respeto a la privacidad y utilidad real. El tiempo dirá si este dispositivo logra cumplir las expectativas o si terminará siendo otro de esos gadgets que pasan desapercibidos con el tiempo.

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