Microsoft ha decidido retirar a su observador de la junta directiva de OpenAI, marcando un giro significativo en la relación entre ambas compañías en medio de crecientes presiones antimonopolio. La decisión, reportada por Axios, refleja un cambio estratégico mientras Microsoft busca consolidar su posición en el mercado de inteligencia artificial sin depender directamente de OpenAI. Apple también han decidido no unirse a la junta directiva de OpenAI, en contra de lo anunciado la semana pasada. Un portavoz de OpenAI confirmó que la startup no tendrá observadores en su junta directiva tras la salida de Microsoft, reflejando una estrategia para mantener distancia en medio del intenso escrutinio global sobre el poder de las grandes empresas tecnológicas en el ámbito de la IA.
Desde noviembre de 2023, Microsoft mantenía un observador en la junta directiva de OpenAI, principalmente para monitorear los movimientos internos de la compañía y asegurar la alineación estratégica. Esta presencia era crucial tras la polémica destitución y posterior regreso de Sam Altman como CEO de OpenAI. El observador, aunque sin voto, tenía acceso a discusiones y decisiones clave, lo que permitía a Microsoft estar al tanto de los desarrollos internos de OpenAI.
OpenAI ha agradecido a Microsoft su confianza y apoyo, señalando que la colaboración entre ambas empresas sigue siendo sólida. «Estamos agradecidos con Microsoft por expresar su confianza en la junta directiva y la dirección de la empresa, y esperamos continuar nuestra exitosa asociación», declararon representantes de OpenAI.
La presión regulatoria está llevando a Microsoft a reconfigurar su relación con OpenAI, destacando su estrategia de distanciamiento en la batalla por la inteligencia artificial.
Este movimiento parece ser parte de una estrategia más amplia de Microsoft para distanciarse de OpenAI y centrarse en sus propios desarrollos en inteligencia artificial. Según Bloomberg, la compañía de Redmond busca reducir su exposición a posibles acusaciones de prácticas antimonopolio, que podrían surgir debido a la estrecha colaboración con OpenAI en un campo tan competitivo como el de la inteligencia artificial.
Con la salida del observador de Microsoft, el consejo de administración de OpenAI queda compuesto por figuras destacadas como Bret Taylor (ex-Salesforce), Larry Summers (exsecretario del Tesoro), Fidji Simo (CEO de Instacart), Nicole Seligman (exvicepresidenta ejecutiva de Sony), Dr. Sue Desmond-Hellmann (ex-CEO de la Fundación Bill y Melinda Gates), Adam D’Angelo (CEO de Quora) y el propio Sam Altman.
La presión de los reguladores en Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Europea ha influido significativamente en la decisión de Microsoft. Estas entidades buscan frenar las prácticas anticompetitivas en el sector tecnológico, lo que ha llevado a Microsoft a adoptar una postura más cautelosa.
A pesar de este distanciamiento en la junta directiva, la colaboración entre Microsoft y OpenAI sigue siendo fuerte. Ambas empresas continúan beneficiándose mutuamente: OpenAI utiliza la infraestructura de Azure para entrenar sus modelos de lenguaje, mientras que Microsoft integra tecnologías de OpenAI en productos como Azure AI y Microsoft 365.
Microsoft no solo está distanciándose de OpenAI, sino que también está desarrollando sus propios proyectos en inteligencia artificial. La empresa ha establecido un centro de investigación en IA independiente, marcando su intención de competir directamente en el campo de la inteligencia artificial, particularmente contra el modelo GPT-4 de OpenAI.
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