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La credibilidad de X podría estar en entredicho, ya que Musk defiende la libertad de expresión, pero le acusan de favorecer el discurso del odio en la antigua Twitter

Los más de 20 millones de usuarios de X (Twitter) en Brasil vieron el pasado sábado como se restringía el acceso a la red social en todo el país. De nuevo, la política de libertad sin restricciones impulsada por su propietario, Elon Musk, se vuelve a topar con los límites impuestos por los gobiernos. El juez que lleva el caso, Alexandre de Moraes, ordenó este bloqueo tras constatar que la red social no había designado un representante legal para defenderse de las acusaciones que pesan sobre ellos.

Las acusaciones que pesan sobre X en Brasil

La red social se enfrenta a diversos delitos en Brasil por eludir las órdenes de las autoridades de bloquear a determinados usuarios que, según acusan, habrían difundido desinformación y mensajes de odio de forma deliberada a través de X. Musk, que se presenta como adalid de la libertad de expresión, se ha negado en numerosas ocasiones a bloquear a los usuarios de su red social, entendiendo el concepto de libertad de una forma muy amplia. Las autoridades brasileñas, en cambio, consideran que debe sancionarse a aquellos usuarios que difunden contenido falso, contribuyendo a la polarización social.

Las alternativas para los usuarios brasileños

El bloqueo de X ha dejado a sus más de 20 millones de usuarios desconectados del debate público. Como consecuencia, Meta y TikTok podrían experimentar un crecimiento inusual en el tráfico. Mark Zuckerberg podría ser el mayor beneficiado, más si cabe con la apuesta que ha hecho por Threads, competencia directa de la antigua Twitter y con una usabilidad muy similar. Quienes decidan continuar usando la red social de Musk burlando el bloqueo mediante VPN, se enfrentan a multas de hasta 8.000 euros, lo que puede disuadir a muchos usuarios que pretendían continuar usándola al margen de la ley.

El concepto de libertad de expresión de Musk, en entredicho

Todo ello ocurre además en un momento en el la red social está en el punto de mira por permitir generar imágenes sin restricciones a través de su IA, Grok 2 y, en Estados Unidos, Musk ha apoyado públicamente a Donald Trump en los comicios que se celebrarán a finales de año. Por todo ello, existen dudas fundadas sobre la supuesta libertad de expresión que dice defender el propietario de la red social, en tanto que pesan sobre él acusaciones sobre su supuesta implicación en la modificación del algoritmo para favorecer los mensajes extremistas.

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