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OpenAI está estudiando implementar tarifas empresariales que podrían alcanzar miles de dólares mensuales. Según Sarah Friar, directora financiera de la empresa, esta estrategia busca alinear los precios con el valor que sus herramientas de inteligencia artificial aportan a las empresas. Friar explicó a The Information que, si estos modelos actúan como «un asistente con un nivel educativo de doctorado» capaz de resolver tareas complejas, cobrar tarifas basadas en el impacto económico sería una medida razonable.

Actualmente, OpenAI ofrece suscripciones de 20 y 200 dólares mensuales para consumidores, además de un modelo de precios fijo por usuario en el ámbito empresarial. Sin embargo, Friar señaló que el futuro podría estar en un esquema más flexible, basado en el impacto que la IA genera en sectores como el legal, donde puede servir como asistente jurídico, o en la investigación académica, acelerando descubrimientos. Esta estrategia también permitiría cubrir los altos costes de desarrollo y mantenimiento de sus avanzados sistemas.

Precios ajustados al impacto

El enfoque propuesto tiene como objetivo vincular los precios al nivel de utilidad que los clientes obtienen de sus productos. Por ejemplo, una empresa podría usar la IA para automatizar procesos críticos o realizar análisis complejos, mientras que un profesional podría emplearla para tareas especializadas. Además, este modelo abriría la puerta a herramientas más avanzadas, como agentes capaces de gestionar reservas o ejecutar investigaciones detalladas.

A pesar de sus ventajas, esta estrategia podría limitar el acceso a pequeñas y medianas empresas, que podrían no ser capaces de asumir costes tan elevados. Esto plantea el riesgo de segmentar el mercado, reservando las herramientas más avanzadas para grandes corporaciones con mayor capacidad económica.

El reto de combinar innovación y accesibilidad

Para OpenAI, el desafío es lograr ingresos sostenibles sin perder de vista la accesibilidad de sus herramientas. Para que este modelo sea exitoso, deberá garantizar que el coste sea proporcional a los beneficios obtenidos, demostrando un retorno de inversión acorde a las expectativas. Si logra posicionarse como una solución indispensable en términos de productividad y ahorro, podría establecer un nuevo estándar en el sector sin comprometer su relevancia para una base de usuarios diversa.

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