Rika Nakazawa, una de las 50 mujeres de más de 50 años más influyentes de Estados Unidos según Forbes, cree que este hito «podría ser posible en diez años»
El espacio ha sido un lugar clave en las últimas décadas para garantizar la conectividad terrestre. Desde la emisión de televisión hasta las investigaciones meteorológicas. ¿Por qué no podríamos llevar los centros de datos también allí? Al final, la factura ecológica del procesamiento computacional viene en gran parte por la necesidad de enfriar los ordenadores.
Esta es la solución que propone Rika Nakazawa, directora de innovación en la compañía japonesa NTT Data: «El espacio es un lugar frío, por lo que es un disipador del calor natural, y si posicionas el centro de datos justo en el lugar correcto, puedes tener energía solar constante para impulsar las necesidades de cómputo del centro de datos».
Sin embargo, todavía quedan muchos retos que superar, y Nakazawa es consciente de que no lo veremos, como mínimo y siendo optimistas, hasta dentro de diez años. «Hay mucho que resolver al respecto, porque todavía hay que tener en cuenta la energía y los recursos necesarios para poner centros de datos en el espacio», relata. También la radiación solar incide de manera distinta sobre los materiales en el espacio, por lo que habría que «proteger los sistemas de la radiación«.
Una de las startup que están dibujando este futuro de computación en el espacio, y que también ha citado la ponente, es Lumen Orbit, que ha publicado un libro blanco que plantea la viabilidad y retos que supone un proyecto así. Precisamente, uno de las barreras a superar sería proteger esta tecnología de la radiación solar, mucho más potente en el espacio.
Además, también existe el reto de compensar las emisiones de CO2 que provocan los lanzamientos espaciales, que serían muy elevadas.
La IA para optimizar la eficiencia energética
En los últimos meses han ido saliendo datos e informaciones sobre la inmensa factura ecológica que deja la IA. Pero Nakazawa es muy optimista respecto a esto, ya que plantea también las posibilidades de servirnos de esta tecnología para analizar datos para precisamente lograr una mayor eficiencia. «Tenemos que seguir innovando en torno a los sistemas de refrigeración por agua averiguar cómo podemos crear más nodos de computación y redes que consuman menos energía», explica Nakazawa.
Otra de las claves en este camino hacia la sostenibilidad en los centros de datos es «pasar a una red totalmente fotónica dentro de esa infraestructura también forma parte del cambio de paradigma que creemos que podría ser posible para reducir parte de ese consumo de energía y las emisiones». La fotónica de silicio ya se usa para reducir la generación de calor, ya que usa la luz en lugar de electrones para transmitir la información de una forma más eficiente.
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