La Comisión Europea se prepara para lanzar una investigación antimonopolio contra Microsoft, enfocándose en su asociación con OpenAI. A pesar de que inicialmente no encontraron pruebas de «control duradero» por parte de Microsoft sobre OpenAI, las autoridades sospechan que la alianza podría perjudicar la competencia. Margrethe Vestager, comisaria de Competencia, anunció que habían enviado nuevas consultas a ambas compañías para esclarecer si existen cláusulas de exclusividad que afecten negativamente a los competidores.
La UE mantiene otra acusación contra Microsoft por incluir Teams en su paquete de aplicaciones. Pese a los intentos de la multinacional por desvincular los servicios de la aplicación de videollamada, la investigación se mantiene y podría terminar con sanciones millonarias, que podrían llegar hasta el 10% de facturación de la compañía a nivel mundial. La Comisión considera que esta práctica otorga a Teams una ventaja injusta sobre sus competidores al obligar a los clientes a adquirir el software en conjunto con otras herramientas de productividad empresarial.
La investigación formal sobre Microsoft comenzó en julio del año pasado, impulsada por una queja de Slack. En respuesta a las preocupaciones iniciales, Microsoft decidió desvincular Teams de las suscripciones de Microsoft 365 para nuevos clientes y ofrecer opciones sin este servicio para los usuarios existentes al finalizar sus contratos. Sin embargo, la Comisión Europea ha indicado que estos cambios son insuficientes para resolver sus preocupaciones, y que se necesitan medidas adicionales para restaurar la competencia en el mercado de herramientas de comunicación y colaboración remota.
Apple y la normativa de competencia de la UE
Microsoft no es la única gran empresa tecnológica bajo el escrutinio de la Comisión Europea. Recientemente, Apple ha sido acusada de violar la Ley de Mercados Digitales (DMA) al no permitir a los desarrolladores dirigir a los usuarios de sus aplicaciones hacia opciones de compra de terceros. Esta medida es parte de un esfuerzo más amplio de la UE para garantizar una competencia justa y evitar prácticas monopolísticas en el sector tecnológico. La DMA también ha puesto en el punto de mira a otras compañías como Meta y Alphabet por sus prácticas comerciales.
Estas acciones reflejan una tendencia creciente de la Unión Europea hacia una regulación más estricta de las grandes empresas tecnológicas, con el objetivo de promover la competencia y proteger a los consumidores. Los casos contra Microsoft y Apple subrayan la determinación de la UE para abordar las prácticas comerciales que consideran perjudiciales para la competencia y la innovación en el mercado.
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