En X, el cofundador se ha referido a los últimos tres meses como «las vacaciones más largas de mi vida»
Greg Brockman, uno de los cofundadores de OpenAI, ha anunciado oficialmente su regreso a la compañía después de un receso de tres meses que inició en agosto de 2024. Durante este período, OpenAI ha llevado a cabo una gran reforma en el equipo directivo y de investigación. Estos cambios incluyeron la salida de varios ejecutivos de alto nivel, entre ellos la directora de tecnología Mira Murati y el científico jefe Ilya Sutskever, quienes ejercían de pilares en la dirección técnica y estratégica de la empresa.
Brockman, por su parte, había renunciado previamente en noviembre de 2023 en señal de protesta por el despido de Sam Altman como CEO de OpenAI, una controversia que, en ese momento, sacudió los cimientos de la organización. No obstante, con la reinstalación de Altman, Brockman decidió reincorporarse para ayudar a la empresa en esta nueva etapa.
Un retorno celebrado
En una comunicación enviada al equipo el 12 de noviembre de 2024, Brockman ha expresado su entusiasmo por el retorno, compartiendo que había pasado tiempo colaborando con Altman para definir su nuevo papel dentro de la estructura de OpenAI. Este rol se centrará en abordar los desafíos técnicos que tiene la compañía por delante, una tarea que requiere de su experiencia y visión estratégica para avanzar en los proyectos de inteligencia artificial que están en el núcleo de la misión de OpenAI. En un tono informal, Brockman se ha referido a su receso como “las vacaciones más largas de mi vida” en una publicación en la red social X.
Un extra de estabilidad en momentos convulsos
El regreso de Brockman es visto como un movimiento estabilizador dentro de OpenAI en un momento en que la compañía ha experimentado una preocupante fuga de talento. De los once cofundadores originales, hoy solo permanecen tres, lo cual plantea preguntas sobre la continuidad y coherencia de la visión inicial de la compañía. La salida de figuras prominentes como Murati y Sutskever no solo implica la pérdida de experiencia y conocimiento institucional, sino también la aparición de nuevos desafíos para retener al talento clave que OpenAI necesita en su misión de construir inteligencia artificial segura y avanzada.
Aunque no se han especificado los detalles exactos del nuevo rol de Brockman, su participación activa es interpretada como un intento de fortalecer la dirección técnica de la empresa. Esta estrategia es especialmente relevante en un momento en que OpenAI se enfrenta tanto desafíos tecnológicos como éticos, desde mejorar la robustez y seguridad de sus modelos hasta abordar temas regulatorios y sociales alrededor de la IA.
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