Skip to main content

Porque no todo es ChatGPT. Usando su IA como ejemplo, Google ha mostrado un mapa mental para resolver una duda esencial: ¿Qué herramienta de inteligencia artificial para resolver lo que necesitas?

Google compartió un contenido que puede ser oro puro para quienes ya superaron el umbral de lo básico con la inteligencia artificial y buscan resolver dudas y necesidades más complejas.

Porque después de un momento ya no todo es ChatGPT, los usuarios que trabajan día a día con inteligencia artificial y a veces no usan el software más adecuado.

Cabe destacar que Google compartió este contenido para que los usuarios lo apliquen usando sus IA disponibles en Estados Unidos, pero se puede amoldar para que sea aplicable a nivel general.

La primera pregunta es la más importante

Según el post, todo comienza planteándonos la primera duda: ¿El tema es complicado o sencillo? La diferencia entre el sí o el no definirá el resultado de las decisiones.

¿Cuándo usar un chatbot?

En caso de que la información que necesitemos deba ser rápida, relativamente sencilla y sea fácil de alcanzar, con una respuesta breve y puntual, los chatbots tradicionales serán suficientes.

Los chatbots más famosos y gratuitos bastarán y te entregarán información suficiente: ChatGPT, DeepSeek Grok, Mistral, Perplexity, Claude, Gemini, y varios más conocidos y alcanzables en su versión gratuita.

¿Cuándo usar una IA de imagen?

Es más que solo para crear imágenes graciosas. Cuando el tema sea complicado de explicar o de pedir, pero tengamos una imagen mental en nuestras cabezas, la inteligencia artificial generativa de imagen nos será de gran ayuda.

Para estos efectos, herramientas como Midjourney, Freepik, DALL-E, Leonardo, Grok son buenas para comenzar con soluciones básicas. También hay otras opciones para crear logos, como Looka y Canva.

También puede ser el caso que tengas un video en mente. Para esas situaciones, herramientas como Sora (disponible desde este viernes en Europa), Wan 2.1, Freepik, Luma, y otras más pueden ser de ayuda, aunque la mayoría son de pago.

¿Si necesito una mirada experta, más detallada y profunda?

A veces queremos saber algo más en profundidad, para temas académicos y de investigación que requieran fuentes y una visión científica de un asunto concreto.

En ese caso, las funciones de Deep Research de diversos chatbots serían de mucha ayuda: ChatGPT, Perplexity, Gemini y más plataformas incluyen esta versión, entregando fuentes académicas y de estudios para fundamentar sus respuestas, o por lo menos ayudarte en la investigación.

Sin embargo, también hay modelos que se especializan en este aspecto, como Phind, Consensus y Connected Papers.

¿Si no encuentro una IA específica para mi necesidad?

Puede ser sorprendente, pero es probable que no encuentres una inteligencia artificial particular para lo que necesites. De ser ese el caso, puedes acudir a otras opciones, como los GPT personalizados de ChatGPT, en el que puedes crear el tuyo personal y también usar otro ya creado. También puedes usar Gems, una función de Gemini Advanced que cumple una función similar.

La otra opción sería crear tu propia automatización con agentes, que permitan realizar tareas de forma instantanea dependiendo de la programación que plantees. Si bien es un poco más avanzado, siempre puedes probar con n8n y Make.

El “prompt perfecto”

Más temprano en el año, Greg Brockman, cofundador de OpenAI, ha compartido en sus redes sociales la estructura del ‘prompt’ perfecto para optimizar las interacciones con este modelo, argumentando que “Un gran rendimiento requiere utilizarlo de una forma nueva en relación con los modelos de chat estándar”.

Los cuatro elementos claves son:
1. Objetivo: Definir claramente lo que se desea obtener. Por ejemplo: “Necesito una explicación clara de cómo funciona un smartphone, destacando las tecnologías principales que lo hacen operativo”.
2. Formato de retorno: Especificar cómo se prefiere recibir la información. Por ejemplo: “Por favor, entrega la respuesta en párrafos breves y utiliza viñetas para enumerar las características clave”.
3. Avisos: Instrucciones adicionales para garantizar la precisión de la respuesta. Por ejemplo: “Usa un lenguaje técnico sencillo, evitando jergas complejas y especulaciones sin fundamento”.
4. Contexto: Proporcionar información adicional que pueda influir en la respuesta. Por ejemplo: “La explicación está dirigida a personas sin conocimientos técnicos avanzados, interesadas en comprender el funcionamiento básico de la tecnología de los smartphones”.

Te propongo un paréntesis de información. Suscríbete a nuestra newsletter y ponte al día con lo último en IA y tecnología.

Xavier Carvallo

Veo en la IA una solución a tu problema. Periodista y publicista formado en las calles de Chile. ¡Leámonos y conectemos!