La Xunta de Galicia se posiciona a la vanguardia tecnológica con la implementación de la IA en la gestión de sus listas de desempleo. La comunidad autónoma será la primera en España en utilizar esta tecnología para seleccionar a los demandantes de empleo más adecuados y cubrir 15.000 puestos de «urgente cobertura».
El plan que ha diseñado se conoce como Emprego Intelixente, hecha para conectar ofertas de empleo con los perfiles de los demandantes. Esta IA ha estado en un proceso de aprendizaje de los sistemas existentes y ahora entra en una fase en la que cruzará los datos para poder entrevistar a la persona apropiada para cada vacante. Para ello, se identificará a aquellos que no cumplen con los requisitos formativos necesarios y se les notificará para que se capaciten en campos con alta demanda. Esto no solo optimizará la selección de candidatos, sino que también proveerá la formación continua y la adaptación a las necesidades del mercado laboral.
La IA expulsarán a quienes rechacen ofertas de trabajo en Galicia
Pero en toda iniciativa hay una polémica, y es que uno de los objetivos de esta tecnología implica detectar a las personas que, aunque están inscritas como demandantes de empleo, rechazan sistemáticamente las ofertas que se les presentan. La Xunta afirma que no puede permitirse mantener indefinidamente a personas que no muestran interés real en trabajar. En muchos casos, los demandantes se inscriben para cumplir con requisitos necesarios para recibir diferentes prestaciones, sin intención de aceptar un empleo.
La IA monitorizará y analizará estos patrones de comportamiento, permitiendo expulsar a aquellos que no buscan activamente trabajo. Este enfoque pretende asegurar que las prestaciones y ayudas lleguen a quienes realmente las necesitan y estén dispuestos a trabajar. Este paso no solo busca mejorar la eficiencia del proceso de selección, sino también establecer un sistema más justo para todos los demandantes.
La decisión de Galicia de usar IA en el ámbito laboral podría ser un precursor en las gestiones de la administración pública. Si bien esta medida puede generar controversia, especialmente entre aquellos que temen ser injustamente excluidos de las listas de empleo, también tiene el potencial de mejorar las gestiones de los recursos humanos. Si esta implementación tiene éxito, podría servir de modelo para otras comunidades autónomas y países.
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