Hablamos con el periodista de ‘La Vanguardia’ sobre aquello que la historia de la tecnología puede enseñarnos sobre el futuro. Bracero ha publicado ‘Bicicletas para la mente’ (2023, Ediciones Península), un libro que ahonda en los grandes hitos que han marcado el desarrollo de la revolución digital. ¿Por qué podemos copiar y pegar en un ordenador? ¿quién inventó el ratón? ¿por qué Microsoft salvó a Apple de la quiebra?
¿De dónde viene esta metáfora ‘Bicicletas para la mente’?
Es un concepto de Steve Jobs, el cofundador de Apple, a partir de un estudio sobre la eficiencia de la locomoción de los diferentes animales. El animal más eficiente a la hora de desplazarse es el cóndor, que simplemente extiende sus alas y vuela, consumiendo poca energía. En cambio, el ser humano es poco eficiente caminando sobre dos piernas. Pero los autores del estudio descubrieron que si ponían a una persona en una bicicleta, se volvía más eficiente que un cóndor. Steve Jobs hacía la analogía con los ordenadores, diciendo que estos serían como bicicletas para nuestras mentes, expandiendo nuestro conocimiento. Creo que tenía razón, ahora hacemos muchas más cosas gracias a la tecnología.
Ya si Jobs hubiera visto la IA… ¿lo hubiera comparado con un cohete, siguiendo la analogía?
Steve Jobs llegó a ver algunas cosas de inteligencia artificial, aunque no tanto como los modelos actuales de aprendizaje profundo, pero sí el ‘machine learning’ y cómo podía mejorar la fotografía y otras cuestiones. Es una lástima que un visionario como él no haya podido vivir más tiempo.
¿Cómo llegaste a la sección de tecnología?
Yo llegué a ‘La Vanguardia’ procedente del Fútbol Club Barcelona, donde estuve trabajando unos años. Tenía un conocimiento profundo de la estructura del club y contactos. En aquel momento colaboré también con otros medios como ‘El País’ y ‘El Periódico’, y luego ‘La Vanguardia’ apostó por mí. Comencé en la sección de deportes cubriendo al Barça. Luego me cambiaron a la sección de política, algo que no pedí, pero ocurrió. Años más tarde, como siempre me encantó la tecnología y leía mucho sobre ella, pedí un traslado a esa sección. El director en ese momento se quedó extrañado, pero aceptó y ahí comenzó mi camino en este ámbito. Eso fue en 2007-2008, cuando las empresas tecnológicas estaban emergiendo, se veía que eran las más importantes del mundo.
¿Te consideras afortunado de poder ver máquinas que actúan como humanos?
Sí, absolutamente. Me considero afortunado de haber vivido en ambos mundos, el analógico y el digital, y de haber cruzado ese puente. Las transiciones nunca son abruptas, y muchas veces ni siquiera percibimos los cambios hasta que miramos atrás y nos damos cuenta de cuánto hemos cambiado. Este es un poco el propósito del libro: explicar cómo se han producido esos cambios.
Estamos viendo a la Unión Europea regular la IA, y ahora la ONU quiere crear una agencia global. ¿Crees que estas decisiones deben tomarse a nivel global o cada bloque puede imponer sus propias reglas?
Idealmente, creo que sería bueno que las Naciones Unidas tuvieran un papel en la gobernanza de la inteligencia artificial. Podría ser la forma de garantizar la seguridad de la inteligencia artificial.
En el libro, mencionas a Hedy Lamarr, creadora de una tecnología precursora del wifi. Ella dice que la tecnología no hace la vida más fácil, sino que hace que la gente se apresure más. ¿Qué opinas de esa afirmación?
Bueno, yo creo que es una perspectiva muy femenina. En realidad, lo que ha ido ocurriendo en la historia de la humanidad nos demuestra que muchas veces las mujeres tienen perspectivas mucho más pegadas, yo diría que a la razón, de la que hemos tenido los hombres en general (no estoy hablando de un hombre en concreto ni de los que llegan más arriba). Y ella tiene una perspectiva humanista como muchas otras mujeres y muchos hombres evidentemente, que le permite hablar de la tecnología desde un punto de vista humanista.
Viendo también los cambios que se están produciendo en OpenAI, ¿crees que podrían fracasar?
Yo diría que, ahora mismo, las cuentas de resultados son las que están mandando. Y es demasiado goloso para mucha gente ver cuando se hacen proyecciones de lo que va a crecer Nvidia por fabricar esos chips que sirven para los grandes centros de datos de inteligencia artificial, lo que va a crecer OpenAI, etc. La gente está viendo el dinero dentro de esas empresas, está viendo la riqueza, no está viendo quizás otros problemas.
Yo diría que OpenAI es una empresa a seguir cada momento, pero aunque ahora mismo no se vea, OpenAI podría ser un gran fracaso. Muchas personas han sido portada de la revista Time y luego han caído absolutamente a lo más bajo.
¿Qué hace entonces que una empresa sea exitosa?
La fórmula mágica es la visión y la conexión entre la innovación y el negocio. El Xerox PARC creó avances increíbles que aún usamos, pero no los llevaron al mercado porque se centraron en las fotocopiadoras. Les faltó conectar la innovación con el negocio principal.
Desde La Vanguardia, ¿cómo estáis afrontando el reto de la transformación digital?
Hay automatización en nuestra web para ciertas informaciones que llegan de agencias. También estamos incorporando herramientas de inteligencia artificial para tareas como transcripción de entrevistas y traducción automática. Pero no usamos la IA para redactar artículos porque sería un fraude. Habría que informar a los lectores cuando un texto no está escrito por una persona.
¿Cuál es tu visión del futuro de la tecnología de consumo?
Desde mi punto de vista, ha habido tres momentos transformadores en la tecnología de consumo. El primero fue la aparición del Macintosh, con una interfaz amigable que no requería saber programar. Luego, en 2007, el iPhone, que hizo que nuestro dedo fuese el ratón y todo fuera más intuitivo. El siguiente paso será la computación espacial, como las Vision Pro de Apple o los dispositivos de Meta, que harán que el mundo sea nuestro lienzo. El futuro será tener gafas comunes que nos permitan trabajar con pantallas sin dispositivos adicionales.
Si pudieras escoger, ¿qué noticia te gustaría dar como periodista tecnológico?
Me gustaría dar una noticia sobre un avance científico y tecnológico, como que el supercomputador MareNostrum 5 haya permitido descubrir una cura para todos los tipos de cáncer. Sería una combinación perfecta de tecnología y medicina.
¿Y cuál no te gustaría dar nunca?
No me gustaría tener que informar de que una inteligencia artificial se haya hecho con el control de sistemas de comunicación y suministros básicos como el agua, la electricidad o las comunicaciones.
Para terminar, una frase para el futuro, que recuperaremos en diez años.
La computación espacial será natural y los dispositivos, como las pantallas y las torres de ordenador, desaparecerán de las mesas.
Bicicletas para la mente
Francesc Bracero
Francesc Bracero se licenció en periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona. Ha sido redactor en Ràdio L’Hospitalet, colaborador del diario El País y miembro del departamento de prensa y relaciones públicas del FC Barcelona. Actualmente es periodista de La Vanguardia, diario en el que ha cubierto las áreas informativas de Deportes y de Política. Desde hace quince años es el responsable de tecnología de consumo en la sección de Sociedad —de la que fue jefe entre 2016 y 2020—, lo que le ha llevado a cubrir los principales eventos mundiales.
Páginas: 288
Editorial: Ediciones Península
Fecha de publicación: 4 de octubre de 2023
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