La Comisión Europea ha intensificado su ofensiva contra las grandes tecnológicas estadounidenses, acusando a Alphabet (propietaria de Google) y a Apple de infringir la Ley de Mercados Digitales (DMA). Estas acciones podrían agravar las tensiones comerciales con Estados Unidos, especialmente tras las recientes amenazas arancelarias del presidente Donald Trump.
El 19 de marzo de 2025, la Comisión Europea emitió una acusación formal contra Alphabet, señalando que la empresa favorece sistemáticamente sus propios servicios, como Google Shopping, Google Hotels y Google Flights, en los resultados de búsqueda, lo que perjudica a la competencia. Además, se indicó que Google impone restricciones a los desarrolladores de aplicaciones, impidiéndoles dirigir a los consumidores hacia ofertas externas a la Play Store. Estas prácticas podrían resultar en multas de hasta el 10% de los ingresos globales de la compañía, incrementándose al 20% en caso de reincidencia.
Por su parte, la Comisión ha exigido a Apple que abra su ecosistema operativo para mejorar la interoperabilidad con dispositivos de otras marcas, con el objetivo de fomentar una competencia más justa y ampliar las opciones para los consumidores europeos. Aunque no se han impuesto sanciones inmediatas, la Comisión ha dejado claro que estas directrices son legalmente vinculantes y que se espera su cumplimiento para evitar futuras acciones legales.
Las reacciones de ambas compañías no se han hecho esperar. Google ha argumentado que las decisiones de la Comisión podrían perjudicar a las empresas y consumidores europeos, obstaculizar la innovación, debilitar la seguridad y degradar la calidad de los productos. Apple ha expresado que las medidas podrían ralentizar su capacidad de innovación en Europa y obligarla a compartir gratuitamente nuevas funcionalidades con empresas que no están sujetas a las mismas normativas, lo que, según la compañía, sería perjudicial tanto para sus productos como para los usuarios europeos.
Estas acciones de la Comisión Europea se producen en un contexto de crecientes tensiones comerciales entre la Unión Europea y Estados Unidos. Recientemente, el presidente Trump amenazó con imponer aranceles del 200% a bebidas alcohólicas europeas en respuesta a los aranceles del 50% que la UE impuso a productos estadounidenses, como represalia a los aranceles del 25% sobre el aluminio y el acero impuestos por Estados Unidos el 12 de marzo.
La vicepresidenta de Competencia de la Comisión Europea, Margrethe Vestager, ha enfatizado que todas las empresas que operan en la UE, independientemente de su país de origen, deben cumplir con las normativas comunitarias, incluida la DMA. Estas decisiones reflejan la determinación de la nueva Comisión, que asumió su mandato en diciembre, de aplicar estrictamente la DMA, a pesar de las posibles repercusiones en las relaciones transatlánticas.
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