El Gobierno de España, junto con la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Málaga, ha anunciado la implantación de un innovador centro de chips de IMEC en el Parque Tecnológico de Andalucía. Este movimiento no solo reafirma el compromiso de España con la vanguardia tecnológica sino que también posiciona a Andalucía como un hub crítico en el panorama de la microelectrónica global. El proyecto, que ha sido rubricado por figuras clave como el ministro José Luis Escrivá, el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, y el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, refleja un modelo de colaboración público-privada que aspira a transformar el tejido industrial y tecnológico de la región. El Gobierno de España, a través de la Sociedad Española para la Transformación Tecnológica (SETT), invertirá en la infraestructura física del centro y aportará dos tercios del coste del equipamiento necesario para la Sala Blanca, un componente esencial para la investigación en semiconductores.
Por su parte, la Junta de Andalucía facilitará el terreno necesario y un tercio del financiamiento para el equipamiento y operación inicial del centro. El Ayuntamiento de Málaga, en su rol, acelerará los procesos administrativos y urbanísticos, garantizando una rápida ejecución del proyecto.
La alianza entre el Gobierno de España, la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Málaga culmina en la creación de un centro pionero para la innovación en semiconductores.
El nuevo centro de IMEC no solo será el primero fuera de Bélgica, su sede principal, sino que se perfila como una instalación de vanguardia dedicada a la investigación de nuevos materiales que superen las limitaciones del silicio, así como al desarrollo de nuevos procesos y equipos para diversas aplicaciones industriales y tecnológicas. Esta iniciativa no solo fortalecerá la posición de España en el ámbito global de la microelectrónica sino que también fomentará la sinergia entre la academia y la industria, promoviendo la transferencia de conocimiento y tecnología.
La relevancia de este centro trasciende lo tecnológico, prometiendo impactos económicos significativos. Se espera que la operación genere cientos de empleos directos e impulse un ecosistema empresarial en torno a la microelectrónica. Además, su colaboración con universidades y centros de investigación catalizará una ola de innovaciones y descubrimientos, posicionando a Andalucía como un líder en la investigación de semiconductores.
El proyecto se enmarca dentro del Perte Chip, un ambicioso programa del Gobierno español que busca desarrollar un ecosistema industrial completo en el ámbito de los semiconductores, dotando al país de una soberanía tecnológica crucial en la era digital. Con una inversión de 12.000 millones de euros, este proyecto no solo busca la reindustrialización digital de España sino que también aspira a posicionar al país como un jugador clave en la economía tecnológica europea y mundial.
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