La ambición de Google por liderar la carrera de la inteligencia artificial con su modelo Gemini ha resultado en un costoso error, traducido en una pérdida de 90.000 millones de dólares en valor de mercado. La controversia surgió tras la implementación de imágenes excesivamente inclusivas por parte de Gemini, lo que ha llevado a la compañía a una situación sin precedentes en su historia.
El lanzamiento de Gemini 1.5 ha sido un dolor de cabeza para Google, cuyas acciones cayeron un 4,5% en bolsa, marcando el valor más bajo desde el 5 de enero. Este desplome se atribuye directamente a los fallos de Gemini, especialmente notorios cuando el modelo generaba imágenes históricas de manera inapropiadamente inclusiva, como soldados alemanes de la Segunda Guerra Mundial de raza negra.
La respuesta de Google no se hizo esperar, pausando el servicio de generación de imágenes y prometiendo pruebas exhaustivas para evitar futuros errores. Sin embargo, esta no es la primera vez que Google enfrenta problemas con sus modelos de IA. Incidentes previos con Bard, su chatbot original, ya habían costado a la empresa una caída en bolsa de 100.000 millones de dólares el año pasado.
La reacción interna de Google ante este descalabro ha sido revelada a través de una carta filtrada del CEO, Sundar Pichai, a sus empleados, publicada por LUDD. En ella, Pichai califica los errores de «completamente inaceptables» y asegura que la compañía ha estado trabajando sin descanso para solucionarlos. A pesar de los esfuerzos por mejorar, el daño a la percepción de Google como una fuente confiable de IA ya está hecho.
Este revés para Google no solo pone en duda la fiabilidad de sus modelos de IA, sino que también plantea interrogantes sobre la dirección futura de sus inversiones en inteligencia artificial. Mientras tanto, competidores como ChatGPT y Copilot continúan dominando el mercado, dejando a Google en una posición de recuperar la confianza perdida.
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