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El magnate tecnológico se ha volcado en la campaña para que Trump gane las elecciones

Si la semana pasada Elon Musk anunciaba que iba a ofrecer mítines en Pensilvania, ahora su apuesta va más allá: el magnate sorteará un millón de dólares entre todos aquellos que firmen la petición de su Comité de Acción Política en estados en liza (los que pueden decantar el resultado electoral). Esta controvertida iniciativa está generando un debate sobre los límites éticos y legales de las campañas políticas.


Esta estrategia ha levantado sospechas sobre su legalidad y ha sido calificada por expertos como «potencialmente ilegal». Para participar, los votantes deben firmar una petición vinculada a un comité de acción política (PAC) asociado al empresario, lo que ha llevado a cuestionamientos sobre la posible compra de votos o influencia indebida en el proceso electoral.

La oferta comenzó en Pensilvania, un estado crucial en las elecciones y en el que el equipo de Donald Trump se ha focalizado en las últimas semanas, y se planea expandir a otros estados indecisos como Georgia, Nevada y Arizona. Esta estrategia ha sembrado ciertas suspicacias entre los demócratas, que intuyen una posible manipulación del voto en áreas estratégicamente importantes para el resultado electoral.

Una iniciativa con difícil encaje legal

Expertos en derecho electoral han señalado que esta práctica podría violar las leyes federales que prohíben ofrecer pagos por registrarse para votar o por votar. Las sanciones por tales infracciones pueden incluir multas sustanciales y hasta penas de prisión. Además, la iniciativa incluye incentivos adicionales para quienes logren que otros firmen la petición, lo que complica aún más su situación legal.

Las autoridades estatales han expresado su preocupación por esta táctica, aunque han sido cautelosas al calificarla directamente de ilegal. El gobernador de Pensilvania, por ejemplo, ha sugerido que las fuerzas del orden podrían investigar el asunto más a fondo, en una conexión con el programa ‘Meet the press’ en NBC.


Los analistas políticos especulan sobre las motivaciones detrás de este audaz movimiento. Algunos sugieren que el empresario podría estar apostando a una victoria del candidato que apoya, confiando en que cualquier consecuencia legal sería mitigada por un eventual indulto presidencial. Otros ven esto como un desafío abierto a las regulaciones electorales. 

Comprometido con la campaña

Esta iniciativa se suma a los esfuerzos previos de Musk en apoyo a la campaña de Trump. Por ejemplo, ya ha donado 75 millones de dólares a su organización America PAC y está realizando una gira de mítines por Pensilvania, incluyendo paradas en Folsom, Filadelfia, Harrisburg y Pittsburgh. Musk, además, ha asumido el trabajo de campo, contratando empleados para pedir el voto puerta a puerta.

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