OpenAI lleva un tiempo trabajando en un nuevo proyecto para alcanzar el siguiente nivel en IA generativa: un modelo capaz de razonar como lo haría un humano. Estas semanas, las redes sociales se han llenado de especulaciones sobre él e incluso Sam Altman ha sugerido en algunos tweets la existencia de este proyecto. Todo giraría alrededor de una fruta: la fresa. Con este enigmático nombre (Project Strawberry), la tecnológica reuniría sus esfuerzos por actualizar su chatbot, lo que supondría un paso adelante en la hoja de ruta de cinco niveles presentada por OpenAI, situándose en el Nivel 2.
¿En qué consistiría?
Imagina que la IA pudiera mejorarse a sí misma sin interacción humana. Según las pocas informaciones que han trascendido sobre el proyecto, Strawberry tendría un método de post-entrenamiento dinámico e iterativo, similar al Self-Taught Reasoner (STaR), que permitiría a la IA generar y refinar sus propios datos de entrenamiento. Al permitir que la IA realizara investigaciones profundas y accediera a múltiples fuentes de información, se lograría reducir las «alucinaciones» o errores que ocurren cuando los modelos se inventan información debido a la falta de datos de entrenamiento.
Entre sus características, este sistema sería capaz de realizar operaciones matemáticas avanzadas y tareas de programación de alto nivel con un bajo margen de error, algo impensable en la actualidad y que haría avanzar a la IA al siguiente nivel de juego, poniéndola prácticamente a la altura de un humano en capacidad de razonamiento.
El modelo Orion
Otro de los grandes nombres que está sobre la mesa en OpenAI es el Project Orion. Según publica ‘The Information’, este otro modelo de inteligencia artificial podría integrar algunos de los avances de Strawberry, especialmente las capacidades de razonamiento y solución de problemas. La combinación de las fortalezas de Strawberry con el potencial del Project Orion podría resultar en un modelo que represente el próximo salto en la evolución de la IA.
Desencuentros
Se rumorea que este proyecto, que comenzó en noviembre de 2023 con el nombre de Q* (Q star), habría sido un punto de desencuentro entre los cofundadores y el motivo de la salida de la mayoría de ellos: desde Ilya Sutskever –en mayo– hasta Greg Brockman, que dijo que se tomaría un año sabático. De hecho, Sutskever creó una empresa –Safe Superintelligence– con la que ya daba pistas sobre lo que habría visto durante el tiempo que estuvo en la compañía. De todas formas, los trabajadores de OpenAI ya se han manifestado en repetidas ocasiones contra el clima de secretismo que impera en la compañía (que se apuntala con sendos acuerdos de confidencialidad).
Nivel 5: Organizaciones
Es la IA más avanzada, capaz de manejar las tareas de toda una organización compleja.
Nivel 4: Inventores
Estos sistemas de IA pueden ayudar en la creación de nuevas ideas o invenciones.
Nivel 3: Agentes
Sistemas que pueden pasar a la acción. La IA en este nivel puede realizar tareas de manera autónoma tomando decisiones basadas en datos.
Nivel 2: Razonadores
Este nivel implica IA que puede razonar y resolver problemas a un nivel similar al humano.
Nivel 1: Chatbots
IA con lenguaje conversacional. Estos son sistemas de IA básicos diseñados principalmente para la conversación, como los chatbots actuales.
Fechas y posibles lanzamientos
En algunas informaciones compartidas por medios estadounidenses, se rumorea que OpenAI estaría planeando liberar este nuevo modelo en otoño, momento en el que llegaría también su asistente de voz mejorado a todos los usuarios.
De todas formas, no ha trascendido más información sobre el tema. En un mercado tan volátil como el de la IA, que está a la expectativa de mejoras exponenciales, un otoño sin ninguna novedad podría afectar a la credibilidad de la compañía tecnológica. Más si cabe teniendo en cuenta que todavía no han lanzado Sora y su asistente de voz también llega con meses de retraso, con Google pisando los talones a los de Altman con Gemini Live. Por todo ello, los inversores esperan un golpe de efecto que devuelva la compañía a la vanguardia de la IA. ¿Será suficiente con la fresa?
Sam Altman es despedido abruptamente como CEO de OpenAI. El mismo día, Mira Murati es nombrada CEO interina, y Greg Brockman, presidente de la compañía, renuncia a su cargo.
Se produce un gran desconcierto tanto dentro de OpenAI como en la comunidad tecnológica. Se inicia un debate sobre la innovación frente a la seguridad en IA.
Ilya Sutskever se disculpa públicamente y apoya una carta del personal que insta a la junta a reconsiderar el despido de Altman.
Sam Altman es readmitido como CEO tras cinco días de su despido. La junta directiva se reconstituye parcialmente.
Se revela que antes del despido, investigadores de OpenAI habían advertido sobre un descubrimiento de IA conocido como el proyecto Q*, que podría amenazar a la humanidad. Este proyecto cambia de nombre a Project Strawberry (Proyecto Fresa).
OpenAI celebra un importante evento donde presentan GPT-4o. Lo hacen un día antes del evento de Google, con la intención de dejar a la competencia desarmada.
Ilya Sutskever, cofundador de OpenAI, deja inesperadamente la empresa. Jan Leike, responsable del trabajo en "superalineación", también se va y se une a Anthropic.
Ilya Sutskever, junto con Daniel Gross y Daniel Levy, funda Safe Superintelligence Inc., con la misión de desarrollar una superinteligencia segura.
Tres líderes de OpenAI abandonan la compañía: Greg Brockman, John Schulman y Peter Deng. Este éxodo refleja tensiones internas.
