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Las últimas elecciones del Reino Unido hubiesen podido ser históricas con el primer político creado con IA generativa sentado en el Parlamento. Sin embargo, la propuesta de ‘AI Steve’ quedó última en su distrito, Brighton Pavilion. Los electores se decidieron por el candidato del Partido Verde, que sacó más de 28.000 votos de ventaja con respecto al bot.

La Junta Electoral británica ya había dejado claro que un chatbot no podía ocupar un cargo de parlamentario. En realidad, hubiese sido su impulsor, el empresario Steve Endacott, el que hubiera ido físicamente a votar. La idea era que el bot pudiera mantener una conversación con miles de electores al mismo tiempo y que ChatGPT generara un resumen con sus opiniones. Luego, en las votaciones, Endacott decidiría en función de las ideas planteadas por los ciudadanos en sus conversaciones con el chatbot.

La IA en el Reino Unido

En un encuesta realizada por el Instituto Reuters, tan solo el 13% de los encuestados en Reino Unido confiaba en que el Gobierno pudiera hacer un uso responsable de la IA generativa. Además, el 42% de la sociedad británica ni siquiera había oído hablar de ChatGPT, lo que situaba la propuesta de ‘AI Steve’ en un terreno de juego complejo.

Otro estudio reciente, publicado dos días antes de las elecciones, también expuso la falta de fiabilidad de los chatbots para proporcionar información sobre el proceso electoral. Estos modelos generaron algunas respuestas incompletas y otras directamente falsas.