La llegada de la inteligencia artificial en el entorno laboral estadounidense está generando un rechazo importante entre los empleados, provocando tensiones internas.
Según un estudio de Writer, una plataforma de IA generativa, un 31% de los empleados admite no colaborar con las estrategias tecnológicas de su compañía y, en el caso de los trabajadores más jóvenes, como los de la Generación Z, ese número asciende al 41%.
Este rechazo no siempre es abierto, pero sí profundo. Kevin Chung, jefe de estrategia en Writer, identifica dos tipos de oposición: una activa, que implica ignorar deliberadamente las nuevas herramientas, y otra más pasiva, basada en la apatía y la falta de iniciativa. “Existe una resistencia activa que básicamente dice: ‘Realmente no creo en esta estrategia, así que la voy a ignorar por completo o haré lo que quiera’”, explica. A esto se suma una percepción generalizada de que las promesas de la IA aún no se han traducido en mejoras reales.
La decepción con la IA al no cumplir sus expectativas parece ser el motor actual de esta reticencia, por encima del miedo hacia esta tecnología. Chung observa un cambio notable en el discurso: “Hace dos años, nueve de cada 10 veces la preocupación era ‘¿por qué voy a entrenar al robot que me va a quitar el trabajo?’”. Ahora, en cambio, la desconfianza viene de la baja calidad de los resultados tras probar la IA en el día a día.
Otros estudios también afirman esta reticencia hacia la IA
Esta desconfianza también se refleja en otros estudios. Una encuestas de Leadership IQ a más de mil directivos en 2023, mostró que solo un 10% de los empleados se mostraba ilusionado ante la IA, mientras que el 55% se declaraba indiferente o abiertamente contrario a esta tecnología. Mark Murphy, el fundador de Leadership IQ, confirma que los niveles de entusiasmo han mejorado un poco en los últimos meses, aunque sin un cambio importante.
La clave para reducir esta resistencia hacia la adopción de la IA, parece estar en la formación. Los empleados no solo deben aprender a como usar la IA, sino también deben entender como esta puede mejorar sus habilidades y su perfil profesional. “La prueba de fuego consiste en: ‘¿Qué tipo de formación se está ofreciendo para que mis habilidades con la IA no sean solo suficientes para implementar su IA, sino para llevarme a un nivel más alto?’”, concluye Murphy.
Abre un paréntesis en tus rutinas. Suscríbete a nuestra newsletter y ponte al día en tecnología, IA y medios de comunicación.