En un innovador experimento llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Nueva York, una inteligencia artificial (IA) ha logrado aprender palabras y conceptos básicos observando el mundo a través de los ojos de un bebé. Este estudio, que marca un hito en el campo del aprendizaje automático, sugiere un nuevo camino para el desarrollo de sistemas de IA más intuitivos y naturales.
El experimento se centró en Sam, un niño australiano cuya vida cotidiana fue grabada desde los seis meses hasta los dos años de edad. Utilizando una cámara montada en su cabeza, se capturaron imágenes y sonidos del entorno del niño, proporcionando a la IA una perspectiva única del aprendizaje humano. Este enfoque, denominado Child’s View for Contrastive Learning (CVCL), permitió a la IA asociar palabras con objetos visuales de manera similar a como lo hacen los niños pequeños.
Los resultados, publicados en la revista Science Advances, revelaron que la IA logró una precisión de clasificación del 61,6% en la identificación de conceptos visuales, un logro notable considerando que se basó en la experiencia limitada de un solo niño. Este éxito no solo demuestra la capacidad de la IA para aprender de manera similar a los humanos, sino que también ofrece nuevas perspectivas sobre la adquisición temprana del lenguaje.
Este avance contrasta con los métodos tradicionales de entrenamiento de IA, que dependen de grandes cantidades de datos y no reflejan necesariamente la complejidad del aprendizaje humano. Al adoptar un enfoque más naturalista, los investigadores han abierto nuevas vías para entender cómo los niños aprenden y cómo las máquinas pueden emular este proceso.
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