Tras dos semanas de convivencia con las Vision Pro de Apple, un dispositivo que redefine los límites entre el mundo digital y el físico con su propuesta de «computación espacial«, el periodista de The Washington Post Chris Velazco comparte en este artículo sus impresiones sobre esta experiencia que oscila entre lo fascinante y lo frustrante. A pesar de su precio de 3.499 dólares y sus imperfecciones, este dispositivo abre una ventana al futuro de nuestra interacción con la tecnología.
El Vision Pro de Apple, con su innovadora computación espacial, transforma tareas cotidianas y entretenimiento, aunque su elevado precio y desafíos técnicos plantean interrogantes sobre su practicidad a largo plazo, según el análisis del Washington Post.
Entre la comodidad y el desafío
El Vision Pro, con sus 1,3 libras de peso, ofrece una comodidad aceptable para sesiones de hasta cuatro o cinco horas, aunque requiere ajustes frecuentes. La navegación, basada en la interacción ocular y gestual, presenta una curva de aprendizaje que, si bien es intuitiva, no está exenta de errores y confusiones.
La promesa de la computación espacial
La verdadera magia del Vision Pro reside en su capacidad para situar aplicaciones y contenido digital en el espacio que nos rodea, permitiendo una multitarea eficiente y una interacción más natural con la tecnología. Desde ver vídeos mientras se realizan tareas domésticas hasta mantener aplicaciones de trabajo al alcance de la mano durante el ejercicio, el dispositivo demuestra su potencial para transformar las actividades cotidianas.
Trabajo y ocio: Un equilibrio factible
El Vision Pro se postula como una oficina portátil y privada, aunque para alcanzar una eficiencia óptima es recomendable el uso de un teclado Bluetooth y un trackpad. La función de Escritorio Virtual, que conecta el dispositivo a un Mac cercano, amplía las posibilidades de trabajo, aunque no está exenta de dificultades técnicas.
Una nueva dimensión para el entretenimiento
La calidad de las pantallas y el sistema de sonido del Vision Pro lo convierten en una excelente plataforma para el consumo de contenido multimedia, ofreciendo una experiencia cercana a la de una sala de cine. Sin embargo, la limitada duración de la batería y la falta de soporte para múltiples usuarios son aspectos que restan practicidad al dispositivo.
Un experimento social
El uso del Vision Pro en entornos sociales puede generar reacciones mixtas, desde la curiosidad hasta el rechazo, debido a su diseño intrusivo y la representación digital de los ojos del usuario. A pesar de ello, la tecnología de «Personas» ofrece una forma novedosa de mantener videollamadas, aunque su aceptación varía entre los usuarios.
Reflexiones finales
El Vision Pro de Apple, a pesar de sus desafíos y su elevado precio, ofrece una visión tentadora de lo que podría ser el futuro de nuestra interacción con la tecnología. Aunque no es un dispositivo imprescindible en su estado actual, invita a reflexionar sobre las posibilidades que la computación espacial podría desbloquear en nuestras vidas.
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