El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha fallado en contra de Apple, obligando a la compañía estadounidense a devolver más de 13.000 millones de euros en concepto de impuestos no pagados a Irlanda. Esta decisión llega tras una larga batalla judicial que comenzó en 2016, cuando la Comisión Europea determinó que Apple había recibido ventajas fiscales ilegales por parte del gobierno irlandés.
Una batalla judicial de años
El caso se remonta a 2014, cuando la Comisión Europea inició una investigación sobre los acuerdos fiscales entre Apple e Irlanda. Tras dos años de análisis, en 2016, la Comisión concluyó que el régimen fiscal que Irlanda otorgaba a Apple constituía una ayuda estatal ilegal. Según Bruselas, estos acuerdos permitieron a Apple pagar una tasa impositiva significativamente inferior a la que habrían pagado otras empresas, lo que afectaba negativamente la competencia en el mercado único europeo.
Apple e Irlanda apelaron la decisión de la Comisión. Irlanda, por su parte, alegó que su régimen fiscal no infringía la normativa europea y que cualquier ajuste en sus políticas impositivas debía ser decidido a nivel nacional. Apple, por otro lado, sostuvo que cumplía con las leyes fiscales de los países en los que operaba y que el caso reflejaba una incorrecta interpretación de las leyes fiscales internacionales.
La decisión final del TJUE
El Tribunal General de la Unión Europea inicialmente dio la razón a Apple en 2020, anulando la decisión de la Comisión Europea. Sin embargo, la Comisión apeló el fallo ante el TJUE, que ahora ha revertido esa decisión. El tribunal ha concluido que los acuerdos fiscales entre Apple e Irlanda efectivamente infringieron las normativas de ayudas estatales de la UE.
La sentencia subraya que, si bien los Estados miembros tienen competencia para determinar sus regímenes fiscales, no pueden otorgar ventajas selectivas que distorsionen la competencia en el mercado único. Apple, según el TJUE, se benefició de una estructura fiscal que le permitió eludir el pago de impuestos sobre la mayoría de sus beneficios generados en Europa, algo que no se habría permitido a otras empresas.
El fallo del TJUE es definitivo, lo que significa que Apple no tiene más opciones legales para evitar el reembolso de los 13.000 millones de euros, una cantidad que incluye tanto los impuestos no pagados como los intereses acumulados.
Implicaciones para el futuro
Esta sentencia refuerza la postura de la Comisión Europea de combatir las prácticas fiscales abusivas y exigir que las empresas paguen impuestos de manera justa en todos los países donde operan.
Para Irlanda, el fallo también supone un golpe. Aunque el gobierno irlandés defendió su régimen fiscal, esta sentencia deja claro que sus políticas favorecieron de manera indebida a una sola empresa. Sin embargo, las autoridades irlandesas han señalado que la devolución de los 13.000 millones de euros no beneficiará directamente al país, ya que esos fondos irán a las arcas de la Unión Europea.
Apple ha manifestado su desacuerdo con la decisión del TJUE, argumentando que siempre ha seguido las leyes fiscales de los países en los que opera. La compañía ha indicado que la sentencia no cambiará su compromiso con Europa y su intención de continuar invirtiendo en la región.
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