El pasado 12 de diciembre, escuche la conferencia “Retos globales, prioridades locales” del Lendakari Iñigo Urkullu (EAJ-PNV) organizada por la Fundació Catalunya Europa. Fue una conferencia magnífica, propia del estadista que es. Sus palabras estuvieron cargadas del conocimiento que ayuda a entender la encrucijada actual y aportan elementos para la reflexión personal.
Sin restar importancia a todo su contenido, lo que más me incentivó a reflexionar fueron las cuestiones relativas a algunos de los retos globales que representan a su vez prioridades locales, ya que del éxito depende, en gran medida, de la capacidad para pensar de manera sistémica e integradora.
Entre ellos, a mi entender, es de especial relevancia la mención del Lendakari a las cinco esferas de importancia crítica para la humanidad: Personas, Planeta, Prosperidad, Paz y Partenariado. Reflexionando sobre las mismas percibes su importancia para garantizar un desarrollo equilibrado y sostenible, ya que se pone en evidencia cómo nuestras acciones impactan al presente y al futuro, porque poner a las Personas en el centro, implica garantizar los derechos humanos, la educación, la salud, la igualdad de género y el bienestar general. Actuaciones que han de encuadrarse en preservar el Planeta, los ecosistemas, luchando contra el cambio climático es decir asumir la necesidad de un equilibrio entre el progreso humano y la capacidad regenerativa de la Tierra. Haciéndolo, asegurando la Prosperidad priorizando la innovación, la economía circular y el acceso equitativo a los recursos. Unos esfuerzos que exigen trabajar para lograr la Paz y sociedades inclusivas y resilientes, buscando la cooperación internacional, Partenariado, para abordar los desafíos inabordables individualmente.
También me invitó a una mayor reflexión su recordatorio a las 3 grandes transiciones que configuran nuestro presente y moldean futuro, Tecnológico-digital, La Ecológico-medioambiental y la Demográfico-social. La primera porque está revolucionando la economía, la educación y la salud planteando serios desafíos éticos, sociales y de privacidad. En cuanto a la Ecológico-medioambiental, muy enraizada en la gestión insostenible de los recursos nos obliga a cambios estructurales hacia energías renovables, modos de vida sostenibles y economías verdes. Finalmente, la transición Demográfico-social obliga a considerar el envejecimiento poblacional, las migraciones y los cambios en el trabajo que requieren políticas innovadoras y adaptativas.
Escuchar al lendakari y reflexionar sobre sus palabras concluyes que las obligaciones derivadas no son opcionales, son ineludibles si queremos un desarrollo equilibrado y sostenible, lo que obliga a asumir una responsabilidad intergeneracional pensando en su impacto a largo plazo. La pregunta que me hago insistentemente es si permitiremos que la inacción defina nuestro futuro.
Eskerrik asko lendakari por ayudarnos a reflexionar.