Que el autor de la trilogía “Sapiens”, “Homo Deus” y “Breve historia del mañana”, que ha vendido 45 millones de ejemplares, publique un nuevo libro es todo un acontecimiento. Yuval Noah Harari acaba de poner en el mercado “Nexus”, con el subtítulo de “Una breve historia de las redes de información desde la Edad de Piedra hasta la IA”. Tan “breve” como las 600 páginas del libro.
¿Qué dice “Nexus”?
El escritor británico-israelí va al grano. En las primeras 20 líneas del prólogo ya deja claro cuál es su visión :
- “El poder no es sabiduría. Después de cien mil años de descubrimientos, inventos y conquistas, la humanidad se ha visto abocada a una crisis existencial autoinfligida. Nos hallamos al borde de un colapso ecológico causado por el mal uso de nuestro poder. También nos afanamos en la creación de nuevas tecnologías como la inteligencia artificial (IA) que tienen el potencial de escapar de nuestro control y de esclavizarnos o aniquilarnos”.
- “Nunca recurras a poderes que no puedas controlar”
- “Chinos, rusos, estadounidenses y el resto del mundo nos hallamos amenazados conjuntamente por el potencial totalitario de la inteligencia no humana”.
- Pronostica un enfrentamiento entre “humanos” y “sus nuevos jefes supremos de IA”.
- Afirma que “la IA no es una herramienta, es un agente”.
- Cree que en los próximos años la IA puede dar vida a “entes inorgánicos”
- “La IA puede alterar el curso no solo de la historia de nuestra especie, sino de la evolución de los seres vivos”
Su equilibrada, original y racionalista visión de la humanidad, de anteriores best sellers, parece haber sucumbido en este nuevo texto.
¿Qué le pasa a Harari?
Todas estas contundentes afirmaciones ya las ha soltado antes de llegar a mitad del prólogo del libro. Su equilibrada, original y racionalista visión de la humanidad, de anteriores best sellers, parece haber sucumbido en este nuevo texto.
Harari cae en el error de aceptar la confusa denominación de “inteligencia artificial”, que sirve para clasificar tecnologías y algoritmos de automatización muy diversos. Seguro que el nombre lleva a muchos malentendidos y exageraciones sobre las capacidades reales de estas tecnologías que sin duda tienen un gran potencial disruptivo y que van a cambiar la forma de trabajar y de vivir en el planeta, pero no esperábamos que cayera en el discurso extincionista.
Precisamente porque el mundo está mal, por el clima, por el hambre, por las guerras, por el dolor, por las epidemias, por la incultura, necesita tecnologías potentes para superar estos desgarros. Llevando siempre las bridas, sin duda. Regulando, evidentemente. Pero sin frenar el progreso humano, sin plantearse dejar la evolución del planeta en punto muerto.
El equipo
La cubierta del libro comenta que Yuval Noah Harari ha creado con su marido Itzik Yahav, ‘Sapienship’: “Una empresa de impacto social con proyectos en el ámbito de la educación y el storytelling, cuyo principal objetivo es dirigir la conversación pública hacia los retos globales más importantes a los que se enfrenta el mundo en la actualidad”. Tal vez ahí esté la clave, para “dirigir la conversación pública” no va mal un poco de sensacionalismo, apuntarse a la ciencia ficción y alimentar los fantasmas de la ignorancia.
Justin Smith-Ruiu, el editor de ‘The Hinternet’, escribe en el Washington Post que el “Nexus” de Harari “no aporta nada, excepto una confusa mezcolanza de fábulas animales equivocadas y reflexiones poco convincentes sobre la tecnología” y añade que “un lector lúcido no puede evitar ver hasta qué punto este libro refleja las mismas tendencias preocupantes que Harari, junto con todo el equipo que sustenta la ‘industria Harari’, se propone exponer y criticar”.
La mal llamada “inteligencia artificial” reactiva las dos posiciones que Umberto Eco definió como “apocalípticos e integrados”, algo que ha llevado al veterano experto en el mundo online, Enrique Dans, a posicionarse y asegurar que “si va a tener lugar una disrupción, quiero estar en el lado de los que la producen, no del lado de los que la sufren”.
En definitiva, “tranqui” Harari, que de esta no vamos a morir, aunque estaremos muy atentos a todos los pasos. Pero si lo que buscaba era generar debate, lo ha conseguido.