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La empresa SpaceX, uno de los proyectos más ambiciosos de Elon Musk, llevará a cabo hoy su primer paseo comercial privado por el espacio. La tripulación, compuesta por Jared Isaacman, que a su vez es el financiador de la misma, Scott Poteet (piloto militar retirado), y dos empleadas de SpaceX, Sarah Gillis y Anna Menon, probarán también los nuevos trajes espaciales, diseñados para permitir mayor movimiento. La misión, que comenzó el martes y tendrá una duración de cinco días, alcanzará una altitud de 700 kilómetros.

El Polaris Dawn cruzará el cinturón de radiación Van Allen, lo que permitirá a los astronautas investigar cómo la radiación cósmica afecta a los seres humanos. Este estudio es crucial para el desarrollo de futuras misiones de larga duración, como aquellas dirigidas a la Luna y Marte.


Este proyecto, financiado de forma privada, tiene como objetivo realizar una serie de experimentos científicos y tecnológicos en la órbita terrestre incluyendo la exploración de Marte. La misión es la primera de tres proyectadas dentro del programa Polaris, cuyo principal impulsor es Jared Isaacman, el multimillonario que también financió la misión Inspiration4 en 2021, la primera misión espacial civil.

Un paseo espacial histórico

Durante esta misión, dos de los cuatro tripulantes saldrán de la nave espacial para realizar maniobras en el vacío del espacio, poniendo a prueba trajes espaciales de última generación diseñados por SpaceX. Los cuatro miembros de la tripulación han sido sometidos a intensas simulaciones para asegurar el éxito tanto de esta caminata espacial como de otras operaciones críticas de la misión. Además de Jared Isaacman, el equipo está compuesto por dos ingenieros de SpaceX y un médico de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, quienes llevarán a cabo investigaciones científicas sobre la salud humana en el espacio, junto con pruebas de nuevas tecnologías de comunicación y navegación.

Objetivos científicos y tecnológicos

Además del paseo espacial, Polaris Dawn tiene un enfoque claramente científico. Durante su estancia en la órbita terrestre, la tripulación llevará a cabo una serie de experimentos que tienen como objetivo mejorar el entendimiento del impacto del espacio en el cuerpo humano, así como probar tecnologías cruciales para la exploración interplanetaria. Uno de los puntos clave será la prueba de nuevos sistemas de comunicación que podrían ser vitales para futuras misiones a la Luna o Marte.

Entre los experimentos destacan estudios sobre la radiación espacial y su efecto en los humanos, así como la observación de las auroras desde la órbita terrestre. Estos datos contribuirán a la planificación de futuras misiones, asegurando que la tecnología y los conocimientos científicos estén a la altura de los retos que supone la exploración más allá de la órbita terrestre.

Polaris Dawn, un paso más hacia Marte

Elon Musk, CEO de la compañía, ha señalado en repetidas ocasiones que esta misión es un paso crucial para probar tecnologías que serán necesarias en el futuro, cuando la humanidad intente establecer colonias en Marte.

A través de esta misión, SpaceX también busca seguir demostrando la viabilidad de los vuelos espaciales comerciales, que ya no dependen exclusivamente de agencias gubernamentales como la NASA. En este sentido, el programa Polaris refuerza la visión de Musk de un futuro en el que los viajes espaciales sean más accesibles y comunes, tanto para la investigación científica como para la iniciativa privada.

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Fotografía de Bruno Sanchez-Andrade Nuño from Washington, DC, USA - Entrance (direct link), CC BY 2.0, Enlace