Hace unos meses, OpenAI desveló que estaba trabajando en Sora, una IA capaz de crear vídeos a partir de un prompt de texto. Hasta el momento, tan solo han salido algunos vídeos a la luz, siendo pocas las empresas que la han llegado a probar. Ahora, la red se ha llenado de vídeos generados con IA, pero procedentes de la otra punta del globo, concretamente de China.
Kling es una aplicación desarrollada por Kuaishou y promete generar vídeos de hasta dos minutos de duración, con una resolución de 1080p y 30 fotogramas por segundo. La tecnología de Kling está diseñada para entender y procesar el lenguaje humano con precisión, facilitando la creación de contenido de calidad, como se observa en los vídeos que han sido publicados en redes sociales. De momento, solo está disponible para usuarios con número de teléfono chino.
The rabbit who reads the newspaper and wears glasses pic.twitter.com/BByrW41xMV
— 青龍聖者 (@bdsqlsz) June 6, 2024
La competición por crear la mejor IA de generación de vídeo ahora está más igualada que nunca, ya que esta nueva tecnología desarrollada en China ha dado buenos resultados, no solo generando imágenes realistas, sino también creando vídeos de ficción como el de un panda tocando la guitarra o un conejo leyendo el periódico. La pregunta ahora es si con este lanzamiento, Open AI pondrá el turbo para hacer accesible Sora en las próximas semanas.
La compañía estadounidense ha hecho ya varias demostraciones de productos que todavía no han sido capaces de escalar. Porque en IA, una cosa es disponer de la tecnología para crearla, y otra distinta es ser capaz de lanzarla al mercado y que la usen millones de personas a la vez.
La lista de ‘promesas’ de OpenAI es larga: el asistente de voz de GPT-4o capaz de llevar una conversación prácticamente sin latencia, el robot Figure 01 que manipula objetos o la funcionalidad de clonación de voz en pocos segundos son tres ejemplos de esta estrategia. Al final, OpenAI se encuentra en un momento en el que está intentando aprovechar el tirón de la IA generativa para lograr una mayor financiación y poder continuar desarrollando estas tecnologías. Por el camino, China puede ser la única potencia capaz de competir en tecnología y, quizá, también en capacidad de escalado.
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