El Marenostrum 5 se inauguró en diciembre de 2023 y ya tiene fecha de caducidad prevista en cinco años. La evolución tecnológica es tan rápida que con un solo chip actual ya puede lograrse la misma capacidad de computación que con todo el Marenostrum 1, que data de 2004. ¿Qué podremos entonces lograr en 20 años? Sergi Girona nos aclara que, por encima de todo, mejorará «la capacidad para que las máquinas nos ayuden a tomar decisiones». La última palabra, según Girona, siempre la tendremos los humanos, aunque estemos mucho más informados que ahora.
El BSC es un centro dedicado a la investigación científica y por sus ordenadores pasan millones de datos de estudios sobre diferentes temáticas: desde el desarrollo y prueba de medicamentos hasta la configuración de las ciudades del futuro. En este sentido, la creación de gemelos digitales es esencial para poder efectuar simulaciones y entender cómo afectaría al tráfico la instalación de una nueva estación de metro, por ejemplo.
Competir contra otros países es complicado, pero Sergi Girona entiende que este proyecto, que forma parte de la Empresa Común Europea de Informática de Alto Rendimiento (EuroHPC JU), es vital para lograr autonomía y decidir, desde Europa «hacia dónde debemos desarrollar las tecnologías».
Reportaje: En el corazón de la supercomputación europea
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