La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dado un paso audaz hacia la integración de la inteligencia artificial en el ámbito de la salud pública con el lanzamiento de Sarah, un avatar de inteligencia artificial que promete ser una fuente alternativa de información médica. Este proyecto, aunque en sus etapas iniciales presenta múltiples deficiencias, se erige como un esfuerzo pionero para combatir la desinformación en temas de salud en internet, donde más de la mitad de la población mundial busca respuestas a sus inquietudes médicas.
Sarah, cuyas siglas en inglés se traducen como Asistente Inteligente de Recursos de IA para la Salud, es un desarrollo que busca proporcionar información sobre los principales temas de salud en ocho idiomas, incluido el español. Aunque su capacidad para ofrecer recomendaciones específicas y enlaces a información médica detallada ha sido limitada en las pruebas iniciales, la OMS ve en Sarah un potencial significativo para mejorar el acceso a información sanitaria confiable y actualizada.
La OMS introduce a Sarah, un avatar de IA diseñado para democratizar el acceso a información de salud confiable, a pesar de enfrentar desafíos iniciales en su implementación.
Las primeras experiencias con Sarah han revelado deficiencias, especialmente en su capacidad para aportar información médica concreta. Sin embargo, la OMS no desea ceder el terreno de la inteligencia artificial en salud a empresas con intereses económicos y comerciales. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, ha destacado que «el futuro de la salud es digital» y ha solicitado la colaboración de la comunidad investigadora para explorar cómo esta tecnología podría reducir las desigualdades y facilitar el acceso a información de salud confiable.
A pesar de sus limitaciones actuales, Sarah aspira a crecer y mejorar con la interacción humana. La OMS reconoce los desafíos éticos y de derechos humanos asociados con el desarrollo e implementación de la IA en la salud, como asegurar un acceso equitativo, la privacidad, la seguridad, la precisión, la ausencia de prejuicios y la protección de datos. La organización enfatiza la importancia de abordar estas cuestiones para garantizar que todos puedan beneficiarse de la inteligencia artificial.
El lanzamiento de Sarah por parte de la OMS marca un importante avance en el uso de la inteligencia artificial para mejorar el acceso a la información de salud. Aunque el sistema actual presenta desafíos, el potencial de Sarah para transformar la manera en que las personas acceden a información médica es innegable. A medida que Sarah evoluciona, podría convertirse en una herramienta crucial para apoyar la toma de decisiones informadas en salud, siempre recordando a los usuarios la importancia de consultar a profesionales médicos para asesoramiento específico.
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