Joan Rosés es el autor del informe del Observatorio Switch sobre el impacto de la inteligencia artificial (IA) en la industria audiovisual catalana. También es editor de Collateral Bits, un sitio enfocado en analizar los efectos de la innovación tecnológica en la sociedad. Su trayectoria profesional se inició con el periodismo, como director de producción de informativos en TV3.
La industria audiovisual no está exenta del los avances tecnológicos que se están dando en el ámbito de la Inteligencia Artificial. Joan Rosés no solamente es testigo de ello, sino que también acumula en su historial otros cambios que han sacudido la industria audiovisual en las últimas décadas. Desde la llegada de internet, emisiones por satélite y la digitalización de procesos, hasta la capacidad actual de virtualizar y generar contenido mediante inteligencia artificial.
«Estamos viviendo tiempos de cambio, ni los que los están haciendo sabe muy bien en qué se están metiendo, ni en qué nos están metiendo»
Del post al momento
Uno de los cambios más significativos que Joan Rosés vislumbra es la creciente virtualización de la producción audiovisual. Los entornos reales serán sustituidos por escenarios virtuales generados con IA en tiempo real durante el rodaje mismo. Esto transformará por completo los roles y perfiles laborales tradicionales.
«Ya no le llamaremos postproducción, le llamaremos producción, porque todo se producirá en el mismo momento»
Periodismo real ante el automatizado
Joan Rosés se muestra cauteloso y hace especial énfasis en la importancia de preservar el periodismo humano como pilar fundamental de la democracia, frente al riesgo de su potencial sustitución por contenido automatizado generado por inteligencia artificial. «Si nos cargamos el periodismo, ya sea por la vía del ahogo económico, ya sea por la vía de la introducción de tecnologías sustitutivas, nos estamos cargando una forma de vida democrática», sentencia.
Si bien reconoce las oportunidades que ofrece la IA, Joan Rosés también advierte sobre los riesgos de un entusiasmo desmedido por esta disrupción tecnológica que podría acabar con capacidades humanas fundamentales como la creatividad y el pensamiento crítico. Por ello, aboga por un desarrollo cauteloso y ético de estas tecnologías.
«Si ahora delegamos parte de nuestra comprensión, parte de nuestra creatividad, parte de nuestra inteligencia a las máquinas, ¿en qué nos ayudan si nosotros nos vamos diluyendo, si nuestra capacidad para aprender disminuye?»
Sobre una IA europea
Frente al empuje de gigantes tecnológicos como Estados Unidos y China, Joan Rosés confía en que Europa pueda desarrollar una vía propia en inteligencia artificial, basada en la prudencia, una adecuada regulación y un sólido pensamiento crítico y ético. Pero sobre todo, subraya la necesidad de un «compromiso cívico» e involucramiento de la ciudadanía para guiar adecuadamente el rumbo de estas tecnologías tan disruptivas.
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