En un experimento audaz, un periodista de Ars Technica decidió sumergirse completamente en el mundo de Vision Pro, trabajando exclusivamente con este dispositivo de Apple durante una semana. La experiencia, rica en posibilidades futuristas, reveló tanto el potencial revolucionario de la tecnología como sus desafíos inmediatos, especialmente en el contexto de las reuniones virtuales.
Vision Pro, con sus dos pantallas de casi 4K para cada ojo y un paquete de batería comparable en tamaño a un iPhone, promete una nueva forma de interactuar con el espacio digital. El dispositivo ofrece una experiencia de trabajo inmersiva, permitiendo al usuario llevar a cabo tareas cotidianas como participar en conversaciones de Slack, unirse a llamadas de Zoom, editar documentos de Google y escribir artículos, todo dentro de un entorno virtual.
La promesa de un entorno de trabajo futurista choca con la realidad de las limitaciones actuales en la experiencia con Vision Pro.
La semana de inmersión en Vision Pro fue descrita como una experiencia continua de asombro, comparable a vivir dentro de una novela cyberpunk. El dispositivo abrió nuevas formas de abordar el trabajo diario que podrían atraer a aquellos con ciertas inclinaciones hacia la tecnología, ofreciendo acceso a comodidades que quizás no estén disponibles en una configuración de oficina en casa tradicional.
Sin embargo, el periodista señaló que, a pesar de las ventajas, nunca encontró una aplicación o caso de uso específico que lo convenciera de reemplazar su habitual configuración de trabajo, compuesta por un MacBook Pro y tres monitores externos. La Vision Pro añade valor significativo para aquellos que trabajan directamente desde un portátil, pero no necesariamente justifica un cambio completo para quienes ya cuentan con un entorno de trabajo más amplio.
Uno de los mayores desafíos identificados durante la experiencia fue la realización de reuniones a través de Vision Pro. A pesar de las capacidades técnicas del dispositivo, la representación de personas en el entorno virtual fue descrita como «un poco decepcionante», lo que sugiere que la tecnología aún tiene camino por recorrer para replicar de manera efectiva la interacción humana en un espacio digital.
A pesar de las limitaciones actuales, la experiencia con Vision Pro destaca el potencial de la computación espacial como la nueva forma de trabajar. La interfaz intuitiva del dispositivo, que permite interactuar con elementos de la UI simplemente mirándolos y realizando gestos simples con los dedos, establece un nuevo estándar en el espacio de la realidad mixta.
La exploración de Vision Pro en el ámbito del trabajo es solo el comienzo de una serie de sub-revisiones que abordan diversas aplicaciones del dispositivo, desde el entretenimiento hasta su uso como dispositivo móvil. El objetivo es determinar si los múltiples casos de uso de Vision Pro justifican su precio para el entusiasta de la computación de hoy.
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