En un movimiento estratégico que marca un antes y un después en el ámbito de la inteligencia artificial (IA), Microsoft ha anunciado recientemente una alianza con Mistral AI, una desarrolladora francesa de modelos de IA de código abierto, y el lanzamiento de sus «principios de acceso a la IA». Este anuncio no solo señala años de importantes inversiones por venir, sino también una firme determinación de diversificar sus apuestas en IA ante un creciente escrutinio antimonopolio.
Brad Smith, presidente de Microsoft, compartió con Axios la visión de la compañía sobre la necesidad de una «amplia gama de asociaciones en IA» más allá de su inversión de 13.000 millones de dólares en OpenAI, creadores de ChatGPT. Smith enfatizó que Microsoft no puede ganar en el campo de la IA por sí solo, marcando un «gran cambio» hacia el apoyo a los desarrolladores de código abierto. Esta estrategia subraya la creencia de que el dinero de las grandes tecnológicas será esencial para proporcionar la «infraestructura fundamental para que la IA avance».
La asociación estratégica con Mistral permite a Microsoft ofrecer los modelos de esta desarrolladora francesa a los clientes de su nube Azure, además de adquirir una pequeña participación en Mistral —aproximadamente 16.000 de dólares, según Bloomberg. Este movimiento es parte de un esfuerzo por expandir el foco en IA más allá de figuras como Sam Altman, con Smith reconociendo el brillantez de Altman pero destacando que, al igual que la imprenta evolucionó más allá de Gutenberg, la IA está evolucionando más allá de cualquier individuo.
Con 1.500 modelos de código abierto disponibles de aproximadamente 1.600 «modelos como servicio» a través de Microsoft Azure, la compañía se encamina a invertir cerca de 50.000 millones de dólares este año en IA. Esta cifra contrasta con la inversión del Acta de Chips, que es de 52.000 millones de dólares en cinco años, rechazando la idea de que el mundo necesite 7 billones de dólares en infraestructura de IA en los próximos años, un objetivo de recaudación de fondos reportado de Altman.
Microsoft busca que los reguladores vean la economía de la IA a través de un prisma amplio, viendo su inversión en OpenAI como una fracción de su gasto total en IA. La compañía define la economía de la IA como nueve capas de tecnología, una compleja red de asociaciones y una amplia diversidad de modelos de IA, lo que sería difícil de dominar de maneras que generen preocupaciones antimonopolio. Sin embargo, con Google operando una tienda de aplicaciones popular y las plataformas móviles siendo el portal más popular para los consumidores, Microsoft insinúa que Google podría ser la compañía con riesgo de dañar la competencia en IA.
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