En Washington, la Corte Suprema de Estados Unidos mostró el lunes una profunda preocupación por las leyes estatales promulgadas en Florida y Texas, que prohibirían a las plataformas de redes sociales limitar ciertos puntos de vista políticos. Este enfrentamiento de gran importancia otorga al tribunal más alto del país un papel crucial en la determinación de cómo millones de estadounidenses acceden a sus noticias e información, así como si sitios como Facebook, Instagram, YouTube y TikTok deberían poder tomar sus propias decisiones sobre cómo moderar el spam, el discurso de odio y la desinformación electoral.
El juez presidente John Roberts señaló que «la Primera Enmienda restringe lo que el gobierno puede hacer. Lo que el gobierno está haciendo aquí es decir ‘debes hacer esto, debes llevar a estas personas’ tienes que explicar si no lo haces. Eso no es la Primera Enmienda.»
En una batalla de alto calibre, la Corte Suprema evalúa el futuro de la libertad de expresión en las redes sociales frente a las leyes estatales.
Las leyes estatales prohíben a las plataformas en línea eliminar publicaciones que expresen opiniones, como contenido político. Los estados afirman que las leyes son necesarias para evitar que las plataformas de redes sociales discriminen contra los conservadores. Sin embargo, en esta etapa del caso, aún no está claro cómo fallarán los jueces. Varios de ellos se mostraron inquietos por la posibilidad de que las leyes pudieran aplicarse a otros sitios, como Uber, sin violar la Constitución.
Un tema central de debate que surgió durante los argumentos fue si las compañías de redes sociales están participando en una actividad protegida por la Primera Enmienda cuando moderan contenido, como al desplataformar usuarios por publicar desinformación o discurso de odio.
La discusión, según informa CNN, pareció dividir al menos a algunos de los conservadores de la corte. El juez Samuel Alito presionó a un abogado que representa a la administración Biden sobre por qué, cuando una compañía de redes sociales limita una vista, eso no debería describirse como «censura» en lugar de «moderación de contenido».
Más de una docena de fiscales generales republicanos dicen que el gobierno debería tratar a las redes sociales como a las compañías telefónicas y otras utilidades. Pero la industria tecnológica dice que es más como periódicos o compañías de cable, decidiendo qué sacar al mundo.
El caso podría llevar a una reevaluación significativa de los principios de la Primera Enmienda, según expertos legales. Un fallo a favor de los estados podría debilitar o revertir décadas de precedentes contra el «discurso obligado», que protege a los individuos privados de los mandatos de discurso del gobierno, y tener consecuencias de gran alcance más allá de las redes sociales.
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