OpenAI, la empresa líder en desarrollo de inteligencia artificial (IA), ha confirmado un cambio en su política para permitir aplicaciones militares de sus tecnologías. Este cambio representa una importante modificación en la postura de la compañía, que anteriormente prohibía el uso de sus productos para fines militares y de guerra.
OpenAI ha ajustado su lenguaje para acomodar a clientes y proyectos militares que la empresa aprueba. La política actualizada de OpenAI establece que sus herramientas no pueden ser utilizadas para dañar a personas, desarrollar armas, para vigilancia de comunicaciones, o para herir a otros o destruir propiedades. Sin embargo, hay casos de uso de seguridad nacional que se alinean con la misión de OpenAI. Por ejemplo, la empresa ya está trabajando con DARPA para fomentar la creación de nuevas herramientas de ciberseguridad para proteger el software de código abierto del que dependen la infraestructura crítica y la industria.
OpenAI cambia su enfoque y abre la puerta a la colaboración con clientes y proyectos militares, marcando un giro significativo en su política.
El cambio en la política de OpenAI ha eliminado el lenguaje que anteriormente prohibía el uso de sus productos para «fines militares y de guerra». La compañía no negó que ahora esté abierta a usos militares. Este cambio de política no parece ser una consecuencia directa de un nuevo producto en particular, sino más bien una decisión estratégica de la empresa. La eliminación de la prohibición de «militar y guerra» de los usos prohibidos sugiere que OpenAI está, al menos, abierta a atender a clientes militares.
OpenAI ha reescrito su política, aunque si es más legible o no es más una cuestión de gusto. La política actualizada es más flexible, permitiendo a OpenAI interpretar de manera favorable o desfavorable una práctica previamente prohibida. «No dañar a otros», según la compañía, es «amplio pero fácilmente comprensible y relevante en numerosos contextos».
Aunque OpenAI prohíbe el desarrollo y uso de armas, hay áreas donde las categorías militares y de armamento no se superponen, y es precisamente en estas áreas donde OpenAI podría estar explorando nuevas oportunidades de negocio. No todo lo que hace el Departamento de Defensa está estrictamente relacionado con la guerra; como saben académicos, ingenieros y políticos, el establecimiento militar está profundamente involucrado en todo tipo de investigación básica, inversión, fondos para pequeñas empresas y apoyo a la infraestructura.
La IA de OpenAI podría ser de gran utilidad, por ejemplo, para ingenieros del ejército que buscan resumir décadas de documentación sobre la infraestructura hídrica de una región. Definir y navegar la relación con el dinero gubernamental y militar es un dilema genuino en muchas empresas.
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