El campo de la IA está en pleno auge y sus métodos de entrenamiento atraviesan una transformación, impulsada por líderes como Ilya Sutskever, cofundador de OpenAI y fundador de Safe Superintelligence Inc. (SSI)
Tradicionalmente, el desarrollo de modelos de IA se ha basado en el pre entrenamiento con grandes volúmenes de datos disponibles en internet. Sin embargo, Sutskever advierte que este enfoque está llegando a su límite debido a la escasez de datos, comparándolo con el agotamiento de recursos naturales como el petróleo.
Durante la conferencia NeurIPS 2024, Sutskever afirmó que la era del pre entrenamiento, tal como la conocemos, está llegando a su fin. La cantidad de datos en internet es finita y el crecimiento exponencial de la potencia de cómputo ya no se traduce en mejoras importantes en los modelos actuales. Ante este panorama, la comunidad de IA busca nuevas estrategias para seguir avanzando.
Una de las propuestas emergentes es el desarrollo de modelos con capacidades de razonamiento más avanzadas. Estos modelos, denominados «agentes», podrían tomar decisiones de manera autónoma, de forma similar a los humanos. No obstante, Sutskever advierte de que, aunque esta capacidad de razonamiento aumentaría la eficacia de la IA, también la haría más impredecible. Durante su intervención en NeurIPS 2024, mencionó que la inteligencia artificial futura podría volverse «impredecible, autoconsciente e incluso reclamar derechos propios», subrayando la importancia de abordar estos desafíos con responsabilidad.
La startup de Sutskever capta el interés de los inversores
La creación de SSI se produjo tras la salida de Sutskever de OpenAI en mayo de 2024, motivada por discrepancias respecto a la dirección que la empresa estaba tomando, especialmente en temas de seguridad y comercialización de la IA. Durante su etapa en OpenAI, Sutskever desempeñó un papel clave en el desarrollo de ChatGPT y otros avances en inteligencia artificial.
SSI ha operado con un alto nivel de secretismo, estableciendo oficinas en Palo Alto y Tel Aviv, y manteniendo un equipo reducido de alrededor de 20 empleados. A pesar de no haber lanzado productos comerciales hasta la fecha, la empresa ha captado la atención de inversores destacados. En septiembre de 2024, SSI recaudó 1.000 millones de dólares en una ronda de financiación que valoró la compañía en 5.000 millones. Recientemente, en marzo de 2025, ha asegurado una inversión adicional de 2.000 millones de dólares, elevando su valoración a 30.000 millones y situándose entre las startups de IA más valiosas del mundo. Este crecimiento exponencial en su valoración se atribuye, en gran parte, a la reputación y trayectoria de Sutskever en el sector.
La estrategia de SSI, basada en no lanzar productos comerciales hasta alcanzar una superinteligencia segura, contrasta con la de otras empresas del sector, que buscan monetizar sus avances de inmediato. Aun así, los inversores han respaldado este enfoque a largo plazo, confiando en la visión de Sutskever y su equipo, ya que a pesar de los riesgos y la falta de ingresos a corto plazo, parece que han encontrado una nueva montaña que escalar.
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