El informe Which Economic Tasks are Performed with AI? Evidence from Millions of Claude Conversations de Anthropic (2025), basado en más de 4 millones de conversaciones con la IA, revela que la inteligencia artificial está redefiniendo la manera en que trabajamos. Lejos de ser solo una herramienta de automatización, se está convirtiendo en un recurso estratégico que mejora la productividad y la creatividad humana.
Potenciar a las personas, no solo automatizar
Más de la mitad de las interacciones con IA (57%) se utilizan para aumentar las capacidades humanas, en lugar de sustituirlas. Un 36% de las ocupaciones ya han incorporado la IA en al menos un 25% de sus tareas, especialmente en ámbitos como programación, escritura y análisis de datos. Esto confirma que la IA no solo optimiza procesos, sino que puede ser un motor de colaboración e innovación.
Las habilidades más reforzadas con IA son la lectura, la escritura, el pensamiento crítico y la programación. De hecho, el 37,2% de las consultas provienen de ocupaciones informáticas, lo que demuestra la necesidad de formación en IA a todos los niveles profesionales.
La IA y la toma de decisiones: apoyo, no sustitución
Aunque la IA es útil para analizar datos y optimizar procesos, la toma de decisiones estratégicas sigue siendo esencialmente humana. Según el informe, la IA tiene una influencia limitada en áreas que requieren liderazgo y negociación, ya que aún le falta la capacidad de entender contextos complejos y gestionar la incertidumbre de manera efectiva. Solo el 4% de las ocupaciones han integrado la IA en el 75% o más de sus tareas, confirmando que el liderazgo y la visión estratégica siguen siendo ámbitos humanos.
Impacto en la formación y el aprendizaje continuo
El uso de la IA no solo transforma la manera de trabajar, sino también cómo aprendemos. Los profesionales que la utilizan diariamente pueden acelerar su aprendizaje y adquirir nuevas competencias más rápidamente. Esto subraya la necesidad de fomentar una cultura de aprendizaje continuo en las empresas, donde la IA se convierta en un recurso para impulsar el desarrollo profesional y la adaptación a un entorno en constante evolución.
De cara a empresas y organizaciones, para aprovechar todo su potencial sin perder el control, es fundamental procurar que los empleados se formen en IA y que se entienda como una herramienta de apoyo e innovación, y no como un sustituto del talento humano. El éxito de esta tecnología depende de cómo la integremos en nuestros procesos, manteniendo siempre el liderazgo humano en el centro de las decisiones estratégicas.
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