Un tribunal federal en California ha denegado la petición de Elon Musk para frenar la conversión de OpenAI en una empresa con fines de lucro. La jueza Yvonne Gonzalez Rogers ha determinado que Musk no ha presentado las pruebas suficientes para justificar una medida cautelar preliminar. Pero el caso va a seguir en pie, ya que el tribunal ha accedido a acelerar el juicio, programado para otoño de este año, para evaluar si la transformación de la compañía es legal o no.
La demanda, que Musk presentó a principios del 2024, sostiene que OpenAI ha traicionado su misión original de desarrollar inteligencia artificial para el beneficio público. Según él, la organización se ha desviado de su compromiso de acceso abierto al conocimiento y ha priorizado los intereses comerciales.
Tenemos que tener en cuenta que Musk presentó recientemente una oferta de 97.400 millones de dólares para adquirir OpenAI, una propuesta que fue rechazada por la empresa.
Musk, que cofundó OpenAI en 2015 y la financió en sus primeras etapas, dejó la organización en 2018. Desde entonces, ha estado criticando su evolución, sobre todo tras la asociación con Microsoft, que ha aportado miles de millones en inversión y acceso a infraestructura de computación avanzada.
Musk acusa a OpenAI de traicionar su misión original
El caso vuelve a encender el debate sobre el propósito original de OpenAI y el impacto de su crecimiento en la industria. La compañía nació como una organización sin ánimo de lucro con la promesa de compartir sus avances en IA, pero su giro hacia un modelo de negocio más cerrado ha generado descontento.
Algunos expertos consideran que la conversión de OpenAI en una entidad con fines de lucro es una evolución natural e inevitable para garantizar su sostenibilidad y competir con los demás gigantes tecnológicos. Otros, en cambio, advierten que esta transformación podría limitar el acceso a los desarrollos más avanzados de la IA, y esto acabe favoreciendo solo a empresas con muchos más recursos.
El tribunal ha programado el juicio para otoño de 2025, en el que se determinará si la conversión de OpenAI es legal o si contradice los principios con los que fue fundada.
La disputa entre Musk y Altman sigue siendo un tema de interés para la industria. Está en juego el control de una de las compañías más influyentes en IA, y también el modelo de acceso y distribución del conocimiento en esta área para el futuro.