Estados Unidos y la Unión Europea, chocan en la cumbre de IA, el vicepresidente de Estados Unidos J.D. Vance subraya que una regulación excesiva podría acabar con una industria en plena expansión. Por otro lado, la Comisión Europea defiende la importancia de una regularización responsable y 61 países han firmado una declaración abogando por una IA «abierta, inclusiva y ética«.
Esto sucedió en la reciente Cumbre de Acción sobre Inteligencia Artificial, celebrada en París los días 10 y 11 de febrero de 2025, evidenció las divergentes estrategias de Estados Unidos y la Unión Europea en su afán por liderar el desarrollo de la inteligencia artificial. Mientras Washington aboga por una mínima regulación para fomentar la innovación, Bruselas enfatiza la necesidad de un marco normativo que garantice una IA segura y ética.
Contrastes en la regulación de la IA: Europa y Estados Unidos ante el desafío tecnológico
El vicepresidente estadounidense, J.D. Vance, subrayó la intención de su país de «mantener la ventaja» en el sector, advirtiendo que una «regulación excesiva» podría «matar una industria en plena expansión». Anunció un ambicioso programa público-privado con inversiones de hasta 500.000 millones de dólares para consolidar el liderazgo de Estados Unidos en IA. Vance también criticó las normativas europeas que, según él, imponen cargas desproporcionadas a las empresas estadounidenses.
En contraste, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, defendió la importancia de una regulación responsable y anunció la movilización de 200.000 millones de euros para el desarrollo de la IA en Europa. Estas inversiones, que incluyen 50.000 millones de euros adicionales a los 150.000 millones ya comprometidos por la Iniciativa Europea de Campeones de IA, se destinarán a tecnologías industriales y aplicaciones críticas. Von der Leyen enfatizó que la IA europea se caracterizará por un enfoque cooperativo y una filosofía de código abierto.
61 países abogan por una IA abierta e inclusiva
La cumbre concluyó con la firma de una declaración conjunta por parte de 61 países, abogando por una IA «abierta, inclusiva y ética«. Sin embargo, Estados Unidos y el Reino Unido optaron por no suscribir este documento, evidenciando las discrepancias en torno a la gobernanza global de la IA. El presidente francés, Emmanuel Macron, anfitrión del evento, destacó la necesidad de establecer reglas que generen confianza y promuevan una IA al servicio del bien común.
Además de las potencias occidentales, China también mostró su interés en dar forma a los estándares globales de IA. El viceprimer ministro chino, Zhang Guoqing, asistió a la cumbre, subrayando la intención de Beijing de expandir el acceso a la IA a través de sus gigantes tecnológicos respaldados por el Estado. China promueve la IA de código abierto, argumentando que la accesibilidad garantizará beneficios globales de esta tecnología.
Creación de Current AI
La cumbre también sirvió como plataforma para anunciar la creación de la organización Current AI, una asociación público-privada global que busca apoyar iniciativas de IA a gran escala para el bien público. Esta fundación reúne a gobiernos, empresas y organizaciones filantrópicas con el objetivo de desarrollar una IA accesible y abierta.
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