La aplicación Death Clock irrumpe en el panorama tecnológico con una propuesta singular: calcular la fecha probable de tu muerte y sugerir cambios en tu estilo de vida para alargarla. Respaldada por IA y más de 1,200 estudios científicos sobre longevidad, su creador, Brett Franson, asegura que esta herramienta supera ampliamente a intentos similares del pasado.
El usuario completa un detallado cuestionario que incluye edad, género, etnicidad, antecedentes familiares, y condiciones médicas. Con esta información, la IA predice una fecha específica de muerte. Sin embargo, el valor añadido de la app radica en las recomendaciones para mejorar la salud y, potencialmente, alargar la vida, por un costo anual de 40 dólares.
Aunque la idea de ver un reloj de cuenta atrás hacia tu muerte puede parecer macabra, sus implicaciones prácticas son claras. Según explica a ‘Bloomberg’ el asesor financiero Ryan Zabrowski, calcular la esperanza de vida con mayor precisión puede ayudarnos a planificar mejor los ahorros para la jubilación, evitando el riesgo de quedarnos sin recursos en la vejez.
Además, la app responde a un creciente interés por el bienestar y la longevidad, incentivando hábitos más saludables. Algunos usuarios, por ejemplo, podrían cambiar su rutina diaria al saber que podrían ganar años adicionales de vida.
Pese a su utilidad aparente, no faltan las críticas. Hay dudas sobre la precisión de las predicciones, basadas en datos que pueden modificar fácilmente los usuarios, y sobre el impacto emocional que podría tener ver una cuenta atrás hacia la muerte. Lo que para unos es una motivación, para otros podría ser una carga psicológica.
El «Death Clock» abre una conversación interesante: ¿cómo vivir nuestra vida conociendo nuestra ‘frontera’ temporal? Aunque no resuelve esta cuestión, pone sobre la mesa un tema que inevitablemente nos afecta a todos.
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