Con Donald Trump de vuelta en la Casa Blanca, Musk se perfila como el aliado más fuerte del presidente, un escenario que promete menos regulación y grandes oportunidades para sus empresas.
Con el triunfo de Donald Trump, Elon Musk se posiciona como una de las figuras clave que podrían beneficiarse enormemente del regreso del expresidente a la Casa Blanca. El apoyo de Musk durante la campaña de Trump, tanto en términos financieros como en redes sociales, ha cimentado una alianza que promete desregulación para el sector tecnológico y una relación directa con el gobierno que favorecerá sus intereses comerciales. Tal como señala The Guardian, Musk ha sido uno de los mayores donantes de la campaña de Trump, con una inversión superior a los 100 millones de dólares a través de su Super PAC.
Este respaldo no solo ha elevado la visibilidad de Musk en la administración de Trump, sino que podría tener un impacto financiero significativo. Según Dan Ives, analista de Wedbush Securities, el valor de Tesla podría incrementarse en hasta 200.000 millones de dólares bajo las políticas de Trump, aumentando la riqueza de Musk en unos 26.000 millones de dólares. Este pronóstico se basa en la posibilidad de que la administración Trump favorezca la fabricación estadounidense con impuestos a vehículos eléctricos importados desde China, algo que beneficiaría enormemente a Tesla.
“Tenemos que proteger a nuestros genios, no tenemos tantos”, declaró Trump en referencia a Musk.
“X”, la plataforma de Musk, como altavoz de la campaña
A través de la red social “X” (antiguamente Twitter), Musk ha difundido intensamente mensajes pro-Trump, consolidando su apoyo al expresidente y atrayendo una audiencia de millones. Bajo el control de Musk, la plataforma ha ganado notoriedad por favorecer opiniones conservadoras, reinstalando a figuras como el teórico de conspiración Alex Jones, y amplificando mensajes afines al expresidente. “X” se ha convertido en un espacio donde el apoyo de Musk a Trump se expresa con claridad, con publicaciones que generan millones de interacciones.
Contratos federales y menor regulación
La victoria de Trump también podría suponer un beneficio directo para SpaceX, la empresa aeroespacial de Musk. Con varios contratos federales ya en marcha, SpaceX podría recibir un impulso bajo una administración que busca simplificar procesos y reducir la burocracia. Esto se alinea con el interés de Trump en crear una Comisión de Eficiencia Gubernamental que Musk podría liderar. Un rol de Musk en esta comisión permitiría a sus empresas operar con menos restricciones y posiblemente acelerar proyectos como la misión a Marte.
Analistas estiman que una administración de Trump podría añadir hasta 200.000 millones de dólares al valor de Tesla.
El entorno regulatorio se prevé más amigable para las tecnológicas en general. La administración Trump podría remplazar a Lina Khan, jefa de la Comisión Federal de Comercio y defensora de una supervisión más estricta de las grandes tecnológicas. Esto facilitaría el avance de xAI, la startup de inteligencia artificial de Musk, y otros de sus proyectos, en un ambiente de menor control estatal.
Para Elon Musk, la vuelta de Trump a la presidencia no solo significa un aliado poderoso, sino también una oportunidad única de consolidar su influencia en Washington. Como destacó Trump en su discurso de victoria: “Ha nacido una nueva estrella: Elon.” Una estrella que promete brillar más que nunca con la desregulación y el apoyo gubernamental a su favor.
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